Page 372 - Águila Blanca_Neat
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La Gran Tribulacion

           1047.  Qué  hermoso  paralelo  pudiéramos  traer  aquí,  si
           quisiéramos  ir allá a Ezequiel 4, y encontrar allí que Él dijo:
           ―¿Ha  sucedido  antes  alguna  cosa  como  ésta?‖  El  miro  las
           murallas  altas,  y cuando lo hizo, él vio que se habían hecho
           abominaciones  en  la  ciudad.  Y  allí  fue…venían  cuatro
           hombres con instrumentos para matar. Y  pasaron  para matar
           todo  por  la  ciudad  de  Jerusalén.  Y  antes  de  que  el…ellos
           fueran  a  matar,  ellos  los  detuvieron,  los  pararon,  porque
           había Otro que venía vestido de  blanco, con un tintero de
           escribano (¿cuántos han leído eso?), a Su cintura, vestido
           de blanco, Él dijo: ―No entréis a la ciudad, no matéis nada
           hasta que primero hayáis sellado a los siervos de Dios en su
           frente‖.  Y  Él  salió  y  selló,  aun  dijo,  a  los  niñitos  y  todo,
           sellándolos. Después de que se fue Jesús, el Espíritu Santo
           era ese hombre con el tintero a Su cintura. Y Él pasó por
           Jerusalén  y puso una señal al pueblo.  Ese Hombre con el
           tintero de escribano fue el Espíritu Santo, nosotros nos damos
           cuenta de eso, todo mundo lee la Biblia. Pues, de la misma
           manera este es el mismo Ángel que viene otra vez con el
           Espíritu Santo, “el sello del Dios vivo”.

           1048.  Efesios  4:30,  el  Espíritu  Santo  de  Dios,  ―sellados
           hasta el día de vuestra redención‖. Ahora, para  aprobar que
           esta revelación está correcta, observen esto, el versículo 4:
                  Y oí el número de…sellados: ciento cuarenta y
                  cuatro  mil  sellados  todos  de  las  tribus  de  los
                  hijos de Israel.

           1049.  Ahora,  allí  están  sus  ciento  cuarenta  y  cuatro  mil
           (Israel),  que  están  esperando  la  venida  del  Señor  y  no
           pueden  entrar  hasta  que  primero  los  Gentiles  hayan
           terminado, tienen que haber terminado. [LAS DIEZ VÍRGENES
           Y  LOS  144,000,  de  la  Revelación  de  Jesucristo,  páginas    384,  385,
           386, 393, 395,   párrafos  62, 63, 64, 72, 115, 118, 127. Predicado el 11
           de diciembre de 1960, en el Tabernáculo Branham, en Jeffersonville,
           Indiana, E.U.A.]

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