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Axel Uriel Padilla Amezcua
                                                                                                    Exalumno
                                                                                                      16 años
                                                                        Ciencias físico-matemáticas, cultura y arte
                                                                                           Ciencia y naturaleza

                                                                    joven era Johann Friedrich Carl Gauss, quien en
                                                                    ese momento contaba con 9 años, y
                                                                    una  respuesta  corta  a  la  forma  de
                                                                    resolver  el  reto  propuesto  por
                   E                                                Büttner  parece  ser  muy  simple:
                          ra  un  día  como  cualquier  otro  en
                                                                    pensando.
                          Brunswick,  una  pequeña  ciudad  de
                                                                           Aunque  no  se  tiene  registro
                          Alemania  al  norte  de  la  cordillera  de
                          Harz,  en  una  escuela  de  educación    exacto  de  cómo  pudo  Gauss realizar  tal
                   elemental como cualquier otra, excepto por uno   hazaña, se pueden hacer varias teorías de cómo
                   de sus alumnos.                                  lo pudo efectuar. La más popular es que cuando
                                                                    Gauss comenzó a analizar el problema notó un
                          Ya pasado el medio día, agobiado por      patrón  interesante:  si  tomaba  la  primera
                   el grupo de más de 50 estudiantes, todos ellos   cantidad a sumar, el número 1, y la última, el
                   entre los 8 y 10 años, el profesor Büttner, un   100, y los sumaba obtenía como resultado 101,
                   hombre inusualmente competente e interesado      que era el exactamente el mismo resultado que
                   en  la  formación  rigurosa  de  sus  alumnos,  se   si tomaba la segunda y la penúltima (2 + 99), y
                   propuso tomarse un respiro después de su arduo   que si tomaba la tercera y la antepenúltima (3 +
                   trabajo,  así  que  puso  a  la  tarea  al  grupo   98). En fin, todas esas pequeñas sumas tenían
                   indicándoles que debían de obtener el resultado   como resultado común 101, es decir:
                   de sumar los 100 primeros números naturales
                   (los números de contar, tales como 1, 2, 3, …);       1 + 2 + 3 + ⋯ + 98 + 99 + 100
                   eso los tendría ocupados, pensó el profesor. Se
                   dispuso  a  tomar  asiento  en  su  escritorio  a   +           100 + 99 + 98 + ⋯ + 3 + 2   + 1
                   esperar  a  que  los  estudiantes  completaran  la   101 + 101 + 101 + ⋯+ 101 + 101 + 101
                   tarea. Era tradición que, habiendo completado
                   los  trabajos,  los  jóvenes  se  levantaran  y         El resultado 101 se repetía 100 veces,
                   colocaran  su  pizarra  frente  al  profesor  con  el   pues eran 100 las operaciones a realizar, pero el
                   resultado obtenido y siguiendo con ello, solo un   resultado era dos veces el requerido por Büttner
                   par  de  minutos  después  de  que  el  profesor   debido a que se tenían dos veces  los  mismos
                   Büttner  se  sentara,  uno  de  sus  pupilos  se   números, por lo que la suma final venía dada
                                          levantó  apresurado       por la expresión
                                          de     su    banca
                                          colocando su pizarra                       =  100(101)
                                       frente a él, a la vez que                          2
                                       gritaba  “¡ligget  se!”      que precisamente arroja como resultado 5050.
                                       (“ahí  está”  en  alemán).          Efectivamente el joven Gauss pudo ver
                                       En  ella  podía  leerse      el problema de esta manera, y así descubrió la
                                       claramente  el  resultado    progresión  aritmética,  una  forma  elegante  de
                                       correcto:  5050.  ¿Quién     llamarle  a  unas  cantidades  sucesivas  a  las
                                         era  este  niño?  Y        cuales se les suma el mismo incremento. Así, la
                                          ¿cómo  es  que  dio  la   sucesión  de  números  1,  4,  7,  10,  …  está  en
                                          respuesta   correcta      progresión aritmética, pues la diferencia entre
                   cuando  los  demás  apenas  comenzaban  a        cada uno de los términos es 3, y esta no varía.
                   realizar las operaciones? Aquel precoz y audaz
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