Page 176 - Lascivia Noviembre 2017
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podes sacar de encima.
Bajo la cabeza mi compadre … como cavilando y pensando, sobándose la
barbilla, y luego me dejo ir de un solo sopetón – Mira Nestor… vos sos casi
mi hermano, te estimo desde que eras un crio, así que te quiero contar lo
que me paso hace tiempo… y espero que la experiencia te ubique en pers-
pectiva de lo que te propondré.
Me quedé intrigado – Bueno pue´ conta que paso güeon … me intrigas con
tanta introducción.
-Bueno pues – inicio su pequeño relato :
El Relato de Gregorio:
Esto sucedió una vez que fui a la capital con mi mujer y mi hija Rosmary,
hace unos 6 años, tenía que finalizar un negocito de unos bienes inmuebles
que un amigo me encargo de vender.
Cuando llegamos a su casa, su esposa nos recibió y su hija que tenía la
misma edad que mi nena en ese entonces, 16 años, se llevó a mi nena a su
habitación, mi esposa se fue a la cocina con la esposa de mi amigo y el me
esperaba en su estudio.
Me recibió de buena gana, y le comenté que estaba listo para ir hablar con
los abogados al respecto del negocio que deseaba que le ayudara.
Se me quedo viendo un rato y me dijo
-Mira Gregorio, el negocio está cerrado hace poco, pero hay una condi-
ción que tuve que agregar al contrato, dado que mi deuda era muy grande.
- Como así – le pregunte – pensé que estabas vendiendo los inmuebles.
- No – me dijo – estoy entregándolos como parte de una deuda de juego