Page 169 - El Orinoco, ilustrado, y defendido, historia natural, civil, y geographica de este gran rio, y de sus caudalosas vertientes: govierno, usos, y costumbres de los Indios sus habitadores con nuevas, y utiles noticias de animales, arboles, frutos, aceytes, resinas, yervas, y raices medicinales
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HISTORIA NATURAL. t (f

       es pardo, y defpues de lavadas , y hechas

       pedazos , las machacan , y ponen en ollas

       grandes á fuego manfo : hincan para efta

       faena la vieja mas inútil de la Población , y

       quando c-fta cae muerta á violencias del vaho

       de las ollas , como de ordinario acontece,

       luego fubíHtuyen otra vieja del mifmo cali¬

       bre en fu lugar, fin que ellas repugnen cíle

       empleo , ni el vecindario > ni parentela lo

       lleve á mal jpues ellas, y ellos faben ,que


       efe es el paradero de las viejas : como fe va
       entibiando el agua , va la pobre anciana


       amafando fu muerte , mientras de olla en
       olla va eftregando con el agua , y expri¬


       miendo aquella raíz machacada , para que
       con mas facilidad vaya expeliendo fu tbfigo,


       con el jugo , de que fe va tinturando el agua,

        que no paífa de tibia , hafta tomar el color                                          Experimentos

       de arrope claro : entonces la Maeftra expri¬                                           que haten, \ a-

       me , con todas aquellas pocas fuerzas, que                                             ra conocer fi
                                                                                              ella en íu pun¬
       fu edad le permite , y eftruja el caldo den¬                                           to y ó no.

        tro de la olla , y arroja , ya como inúti¬

        les , aquellas raíces fin jugo > luego añade

        lena , y empieza de recio el cocimiento;

       y á poco rato de hervir las ollas, ya atofi-

       gada , cae maerta , y entra la fegunda , que

       á veces efeapa , y á veces no.

              Cobra , finalmente , punto el cocimien¬

       to , merma Ja tercera parte del caldo , y con-

       denfado ya , grita la desventurada cocinera,

       y acude al punto el Cacique con los Capi¬

       tanes, y el redo de la gente del Pueblo , al

       examen del Curare, y á vér fi eítá , ó no en

                                                                                   fu
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