Page 184 - El Orinoco, ilustrado, y defendido, historia natural, civil, y geographica de este gran rio, y de sus caudalosas vertientes: govierno, usos, y costumbres de los Indios sus habitadores con nuevas, y utiles noticias de animales, arboles, frutos, aceytes, resinas, yervas, y raices medicinales
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1,70, EL- ORINOCO ILUSTRADO,

                                la Iglefia nueva , fe le ‘líavía roto alguna vena

                               interior , y que eíTa era la caufa de fus vo»

                                mitos de fangre : que él era bienhechor de

                               tod<>/el Pueblo : que toda la gente le aina-

                                ba mucho , y fentian fu muerte , como fi fe

                               muriera el Padre de todos ellos ; y afsi , que

                               no penfaífe , en que elle , ó el otro le hu-

                               vieíle dado veneno, &c. El enfermo , que con

                               tantos años de afsiftcncia á los Padres efiaba

                               bien cultivado , y, de fuyo era capaz , le ref-

                               pondió : „ Padre mío, yo fe deque mal muc-

         Otra Teña! de         ,, ró : yo muero de buena gana , porque Dios
         fu fe , digna
                               ,, lo quiere : yo he perdonado , y perdono
         de memoria.
                              ,, al viejo , que me dió el pelo de ferpiente;

                               ,, fe como , y quando me le dio , y también

                               ,, el motivo ; y me alegro , que la fabri-

                               ,, ca de la Iglefia fea caufa de mi muerte:

                               „ mas de quarenta Indios he vifto morir con

                               „ eñe tal veneno , y todas las feñas que vi

                               „ en ellos , veo ahora en mi: Qué es lo que

                               3i te aflige, mi Padre ? tengo otra obliga»

                                   cion , que la de perdonarle? Pues mira,

                               ¡, pata que quedes mas fatisfecho , verás lo


                               „ que hago ahora. Llamó luego á fus hijos, y
                               les dixo : „ So pena de mi maldición , y de que


                               „ fereis malditos de Dios, os mando , que
                               „ quando fepais algún dia quien me dio el


                               „ veneno que me mata,no le hagais mal algu-
                               „ no , fino todo el bien que pudiereis : afsi

                               „ os lo mando , para que Dios os haga bien,

                               „ y á mi me dé él Cíelo.

                                       Y eñe es otro grande exetbplo , que nos
         Muerte muy
                               dexó eífcebuen Indio , el qual como fe fucilé
         edificativa*
                                  C, , con-
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