Page 90 - Punto de Fuga_2_Neat
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Anda a saber cómo sucedió. "Dios sabrá, es sabio" decía

            ella. Mientras Dios ya sabía, los médicos no.


                   Debían saber, pero fundamentalmente ella debía saber,

            si se había infectado o no.


                   Cuando recorría cada clínica con su cruz colgando y las

            cuatro  figuras  de  sus  retoños  en  otra  cadenita,  el  médico

            familiar le confirmó contento el resultado de sus análisis:


                   “Va  a  tener  que  conseguir  otro  dige  más,  Caro,  se

                   agranda la familia”.


                   Carolina se desmayó.


                   "Yastá" parecía que abarcaba un basta de hijos y basta

            de  todo.  No  iba  a  mover  ninguna  estructura  mental,  ni

            espiritual y familiar. No se separaría jamás por más hepatitis b

            o cuernos o lo que fuera.


                   Cuando  recuperó  el  aliento  y  se  retiró  silenciosa  del

            consultorio.




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