Page 34 - Cuentos 1°C 2019
P. 34
Sarita, la más pequeña de las hermanas, tomó al pollito y lo llevó hasta
el patio para que pudiera correr y jugar. Las otras dos hermanas,
Daniela y Karen, empezaron a adecuarle un espacio para que el pollito
pudiera estar y que ellas lo pudieran vigilar.
Al día siguiente Sarita dijo que debían colocarle un nombre a su nueva
mascota. Karen dijo:
- ¿Cómo le vamos a colocar un nombre si no sabemos si es macho
o hembra?
A lo que Sarita replicó:
- Es hembra como nosotras, por eso le vamos a colocar un nombre
de niña.
Las tres niñas se pusieron a pensar en el nombre y Daniela dijo con
voz muy entusiasta:
- ¡Se llamará, Muñeca! Nuestro papá nos dice a nosotras muñeca,
por lo tanto, el pollito será nuestra muñeca.
Las tres hermanitas se miraron, soltaron la risa y asintieron con la
cabeza.
Cada mañana Muñeca las recibía con un pio, pio. Las niñas se
acercaban y les echaban el maíz y la purina que el papá les había
comprado para que alimentaran a su mascota, ellas permanecían un
rato al lado de Muñeca, le daban agua y comida y la protegían del gato
para evitar que la convirtiera en su cena.
Una mañana las niñas fueron al corral a alimentar y a saludar al pollito
y por salir de afán ya que les estaba agarrando la tarde para irse ara el
colegio, Sarita olvido cerrar la puerta, y un faro que rondaba el
vecindario escuchó el piar del pollito y descendió por el tronco de un
árbol de mango y se comió al indefenso animalito.
Cuando las niñas llegaron del colegio no encontraron ni rastros de su
mascota, se pusieron muy tristes y le construyeron un altar para
recordarlo siempre.
Colorín colorado, este cuento se ha acabado.
FIN
SARA FERNANDA VANEGAS DURÁN
32