Page 87 - Julito Cabello

Mi padre el carnicero

e o n Aaró n seguimos en nuestro
plan d etectivesco. El objetivo era saber
cómo iban a terminar los días de Porky
Punk. Y la resp uesta sólo podía estar en
la zo na enemiga: el escrito rio de mi papá.
En otra circunstancia, ni loco me meto
en sus cosas. Ten emos un pacto. Él no
entra en mi pieza y yo no le intruseo sus
cosas. Pero este caso era distinto. Había
una vida inoce nte en juego.
Le preguntamos a la C lementin a
dónde estab an mis ado rad os papá y
mamá. "Fueron a comprar, parece"- dijo,
mientras seguia mirando hacia el patio ,
en d irecció n hacia Escolástico.