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Según los estudios realizados por Ingeominas, en el
municipio se venían presentando problemas de
inestabilidad geológica desde 1910, afectando los
sectores aledaños al casco urbano, siendo necesario
reubicar algunas viviendas. Posteriormente se
presentó otro fenómeno de igual magnitud en el año
de 1950, sin embargo, en el año de 1988, los
problemas de inestabilidad alcanzaron gran
magnitud afectando a los sectores rurales de
las veredas Canutillal, El Centro, Hato Viejo y el
caserío de Las Mercedes, donde la mayoría de las
casas se agrietaron, y se afectaron algunas viviendas
en el casco urbano. En 1999, por acción del invierno
se empezaron a evidenciar nuevamente fenómenos
de deslizamiento en los sectores aledaños al casco
urbano a principios de año, posteriormente el
problema se acrecentó alcanzando mayores
magnitudes que en el anterior deslizamiento, Para la ubicación de las personas evacuadas, se tomó un
terreno en arriendo en un sector seguro, aproximadamente a 2
formándose numerosas lagunas que kilómetros del casco urbano y para lo cual la Gobernación de
Cundinamarca, la Administración Municipal, la Defensa Civil, la
incrementaron el flujo de lodo y piedra hacia el Río Cruz Roja, los cuerpos de Bomberos de Cundinamarca,
Negro, saturándose el cauce del Asocentro, la Policía Nacional, CODENSA, la Asociación
Colombiana de Banda Ciudadana, Telecom, el Hospital de
mismo y arrastrando a su paso material de las orillas Zipaquirá y algunos municipios aledaños colaboraron en el
transporte de personas y de recursos, el préstamo de carpas y
y los puentes que comunicaban a la vereda Hato el suministro de mercados. También se instalaron los servicios
públicos (baños portátiles, agua), y se construyeron los
Viejo. establecimientos de salud y de educación.
De acuerdo con instrucciones de la Gobernación de
Cundinamarca, se reactivo el Comité Local de
Emergencias y se establecieron varios subcomités, lo
anterior en razón de que ya estaba en peligro en la
cabecera municipal y la gran mayoría de las
viviendas empezaban a agrietarse, lo mismo que en
el caserío de Las Mercedes. Ante la evidencia de una
posible avalancha, así como la caída de viviendas, la
Gobernación de Cundinamarca y la comunidad
tomaron la decisión de evacuar totalmente el casco
urbano el día 13 de mayo de 1999.
