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MÁS ALLÁ DEL AULA II

            No tuve más opción que probar eso de “acampar” y empezar
            esta aventura. Con el paso de los días me fui emocionando con
            la idea de acampar, a tal punto que la noche anterior al viaje casi
            no pude dormir, imaginaba que nos cogería el sueño, y nos
            dejaría el bus; pero no fue así, es más, llegamos muy temprano,
            y es que para este momento ya el entusiasmo era mayor, y
            aunque no niego que había ciertos nervios, este era el primer
            día del viaje y también el primero que estaba lejos de mi casa,
            de mis padres, de mi camita, es más, era la primera vez que
            salía de Bogotá.

            Aprendí   mucho, lo primero que aprendí es que no todo es
            como uno lo imagina, como dormir en el suelo que al contrario
            de lo que se cree, es muy cómodo, claro, si sabes escoger el
            lugar para armar la carpa. Esta fue otra experiencia distinta de
            las comodidades habituales que ofrece la gran urbe.

            ¡Qué páramo tan  hermoso! Rodeado de montañas, tiene una
            preciosa vista; se unían   el azul del cielo con el verde de la
            vegetación. Una noche llovió a cántaros y hacía mucho frío,
            pero fue repelido con ayuda de mi excelente cobija, ahí mismo
            nos enseñaron como protegernos del frío, ubicando bien las
            maletas que sirvieran de barrera y protección, fue una noche
            muy  tranquila,  como  dice  mi  abuela    “dormí  como  pata
            hinchada”.

            En  el  campamento  conocí  muchos  amigos,  jugamos,
            escalamos,  nadamos,  bailamos,  comimos,  compartimos,
            hicimos  fogatas,  cantamos,  contamos  historias  que  nos
            asustaron,  reímos,  conocimos,  exploramos  y  hasta  nos
            perdimos; acampar fue muy divertido.

            También    reconozco  que  continuamente  recordaba  la
            “cantaleta” de mamá, cuando me decían en la casa: “recoge tu




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