Page 1292 - El Señor de los Anillos
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gobernaban, pues eran señores de larga vida y gran sabiduría y poder. Por tanto,
      en el trato con otros pueblos y en el gobierno de sus vastos reinos emplearon la
      Lengua  Común;  pero  la  ampliaron  y  la  enriquecieron  con  muchas  palabras
      élficas.
        En los días de los reyes Númenóreanos, esta ennoblecida lengua se extendió
      ampliamente aun entre pueblos enemigos, y los Dúnedain mismos la utilizaron
      cada vez más, de modo que en el tiempo de la Guerra del Anillo la lengua élfica
      era sólo conocida por una parte pequeña de los pueblos de Gondor, y menos aún
      eran los que la hablaban cotidianamente. Estos vivían sobre todo en Minas Tirith
      y las regiones vecinas, y en la tierra de los príncipes tributarios de Dol Amroth.
      No obstante, los nombres de casi todos los lugares y personas del reino de Gondor
      tenían forma y significación élficas. El origen de unos pocos estaba olvidado y
      provenían sin duda de antes de que los barcos de los Númenóreanos se hicieran a
      la  mar;  entre  éstos  se  contaban  Umbar,  Arnach  y  Erech;  y  los  nombres  de
      montañas  Eilenach  y  Rimmon.  Forlong  era  también  un  nombre  de  la  misma
      especie.
        La mayor parte de los Hombres de las regiones septentrionales de las tierras
      del oeste descendían de los Edain de la Primera Edad y de parientes suyos muy
      próximos. Por tanto, sus lenguas estaban emparentadas con el Adûnaic, y algunas
      conservaban todavía  cierta  semejanza  con la  Lengua  Común.  De  esta especie
      eran los pueblos de los valles del curso superior del Anduin: los Beórnidas y los
      Hombres del Bosque Negro; y, más hacia el norte y el este, los Hombres de Lago
      Largo y de Valle. De las tierras que se extendían entre los Gladios y Carroca,
      provenía el pueblo que se conoció en Gondor como los Rohirrim, los Señores de
      los  Caballos.  Hablaban  todavía  su  lengua  ancestral,  y  en  ella  dieron  nuevos
      nombres a la mayor parte de los lugares de su nuevo país; y se llamaron a sí
      mismos los Eorlingas o los jinetes de la Marca. Pero los señores de ese pueblo
      hablaban la Lengua Común con espontaneidad y nobleza según la manera de los
      aliados de Gondor; porque en Gondor, de donde provenía, el Oestron era aún de
      un estilo más gracioso y antiguo.
        Muy distinto era el lenguaje de los Hombres Salvajes del Bosque de Drúadan.
      También  distinto  o  sólo  remotamente  emparentado,  era  el  lenguaje  de  los
      Dunlendinos. Eran éstos un resto de los pueblos que habían habitado en los valles
      de  las  Montañas  Blancas  en  eras  pasadas.  Los  Hombres  Muertos  del  Sagrario
      pertenecían a ese clan. Pero en los Años Oscuros otros se habían trasladado a los
      valles  australes  de  las  Montañas  Nubladas;  y  desde  allí  algunos  fueron  a  las
      tierras desiertas adentrándose hacia el norte hasta las Quebradas de los Túmulos.
      De ellos provenían los Hombres de Bree; pero se habían sometido mucho antes al
      Reino Septentrional de Arnor y habían adoptado la lengua Oestron. Sólo en las
      Tierras  Brunas  los  Hombres  de  esta  raza  conservaron  su  propia  lengua  y
      costumbres;  era  éste  un  pueblo  poco  comunicativo,  estaba  enemistado  con  los
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