Page 105 - Libro El Perú en la Antártida
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Es así pues que el Inca Garcilaso, un escritor representante del mestizaje his- panoamericano, da a conocer un vínculo directo de la América del Sur con el gran mito de la época, la Antártida. En la actualidad no se siente una cercanía con la Antártida como entonces, pues ella se fue perdiendo en el imaginario a través de los mapas.
ORÍGENES DE LA PRESENCIA NACIONAL EL PRIMER PERUANO EN LLEGAR
El primer peruano en pisar la Antártida fue el Teniente Primero Juan Soria Díaz. En 1961 la marina peruana gestionó con la Marina chilena la incorpo- ración del Teniente Primero Soria Díaz en la XVI Expedición Antártica Chilena.
Soria llegó a Santiago el 5 de diciembre de 1961 y dos días después viajó a Valparaíso para unirse a la expedición cuyo capitán de navío era Francisco Suárez. El 7 de diciembre Soria se embarcó en el Piloto Pardo y desde ese momento obtuvo manifestaciones cordiales de los chilenos.
La embarcación zarpó el 11 de diciembre de 1961 y durante el viaje Soria fue prevenido e instruido sobre los riesgos del viaje, la población y la naturaleza de la Antártida. Gracias a ese viaje Soria llegó a conocer bases como la argentina, la británica y la de la Fuerza Aérea Chilena Presidente Aguirre Cerda.
Al regreso de la Antártida arribaron el 15 de enero de 1962 a Punta Arenas, donde el Teniente Soria recién desembarcó el 18 de enero. Soria en su infor- me final señala que los compañeros de la expedición se despidieron emotiva- mente de él:
“...los oficiales y el comandante me ofrecieron un cocktail [sic] en la cámara de oficiales, y cuando me dirigí al portalón para retirarme me encontré a toda la dotación de oficiales formados, siendo despedido con un abrazo por el comandante Paredes, quien me manifestó me lo daba a nombre de todos ellos”.
Con la compañía de dos oficiales del Piloto Pardo se dirigió al aeropuerto para así trasladarse a Santiago, sitio en el cual entregó un informe preliminar al agregado naval peruano en Santiago, capitán de navío Salmón de la Jara, el cual lo ayudó a ultimar la comisión; de modo que Soria pudo marchar a Lima el 23 de enero de 1962.
En Lima presentó su informe final en el cual no apareció propuesta alguna sobre probables derechos peruanos en la Antártida ni sobre la posibilidad de
que la marina peruana pueda organizar una expedición al continente blanco. Al parecer la idea del viaje fue sobre todo para entablar mejores lazos de amis- tad con la marina chilena y ofrecer una oportunidad a un marino peruano, como se señala en las noticias de la “Crónica Nacional” aparecida en la Revista Peruana de 1961, ejemplar de noviembre a diciembre de ese año.
INTERÉS ANTÁRTICO: LAS INVESTIGACIONES
Antes de la presencia oficial de Perú en temas relacionados con la Antárti- da pueden encontrarse intereses en ella a finales del siglo XIX; por ejemplo, cuando empezaron las investigaciones sobre te- mas antárticos referidos a la influencia de las corrientes polares en la costa peruana.
De acuerdo con el historiador Jorge Ortiz Sotelo existen tres etapas en el siglo XX, antes de los años 80, en los que se ve un interés por los estudios antárticos (Ortiz, 2005). La primera etapa empieza como consecuencia del creciente inte- rés mundial en el continente blanco Y va desde 1948 hasta 1973 y consiste en las publicaciones de algunos artículos y el viaje de los dos primeros peruanos a la Antártida (en 1961-1962 el teniente primero Juan Soria y, en el verano de 1972-1973 Jorge Vásquez con la expedición de la República Federal Alemana.
Respecto a los artículos podemos destacar en los años 40 los relacionados con al conflicto de la posición chilena y argentina frente al gobierno Británi- co, por la posesión de los territorios antárticos y el rechazo de los británicos. Hubo en la prensa peruana una corriente de solidaridad con los países vecinos al respecto.
En esta primera etapa destacan los escritos de Felipe Barreda Laos y del diplomá- tico Gonzalo Fernández Puyó, los cuales consideran válidos la Bula de Alejandro VI y el Tratado de Tordesillas porque con ellos se podría conceder la soberanía de los territorios antárticos. Fernández Puyó señala que existen antecedentes históricos que dan derechos jurisdiccionales al Perú, como es el caso del viaje, autorizado por el Rey de España, de Fernández de Quirós en 1605 cuando des- cubrió las islas que ahora son llamadas Nuevas Hébridas cerca de Australia. La expedición fue preparada en el Perú y zarpó desde el puerto del Callao.
Podemos incluir la tesis de bachillerato, del Mayor Edmundo Rey Rivero de los años cincuenta, sobre la proyección polar del mayor Edmundo Rey Rivero en los años cincuenta. En el año 1965 la tesis de Bachillerato de Jaime Ruiz del Árbol y Soler de Cornelio, de la Pontificia Universidad Católica del Perú: Defen- sa de los derechos sudamericanos en la Antártida. De otro lado, en el año 1966 Roger Cáceres Velásquez del Partido Demócrata Cristiano, y Fidel Zára- te Plascencia, del Partido Aprista, presentaron un proyecto de ley, en el cual se reclamó un sector del continente.
EL PERÚ EN LA ANTÁRTIDA
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