Page 98 - Libro El Perú en la Antártida
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EL PERÚ EN LA ANTÁRTIDA
LOS MITOS DEL MAR: APU KON TICCKI VIRACOCHA Y NAYLAMP
Caza de Lobos Marinos (Cultura Moche).
Las leyendas y mitos que cada grupo étnico o pueblo van creando a través de su vida constituyen parte de su identidad, tratando de explicar su origen, su relación con el cosmos y la divinidad. Al revisar estos aspectos en el antiguo Perú, encontramos que el mar jugó un rol importante en su cosmovisión.
Existe un conjunto de mitos recuperados por los cronistas que resaltan la pre- sencia de divinidades y reyes de origen marítimo. Uno de los casos principales de divinidades del Tahuantinsuyo era el Apu Kon Ticci Viracocha o Supremo Hacedor del Cielo y la tierra, divinidad que en su nombre resumía a varias deidades, una de las cuales era el dios costeño Kon, quien creó y ordenó el mundo y se alejó al Cuzco en dirección noroeste hasta llegar al mar para per- derse entre las olas. Es por ello que cuando llegaron los españoles a las costas peruanas fueron llamados wiracochas al asociarlo con esa deidad.
Otra leyenda sobre un personaje mitológico del antiguo Perú que vino del mar y que trajo la civilización a Lambayeque, fue la de Naylamp. Él llegó a sus costas con una gran flota de balsas. Construyeron un templo en el que colocaron un ídolo de jade verde al que llamaron Llampayec, del cual provendría el nombre de Lambayeque. Naylamp llegó a tierras Mochica–Chimú y enseñó navegación a vela, dando origen a los “caballitos de totora”, sistema de navegación hasta hoy usado en el norte del Perú. Luego continuó su recorrido por otras zonas del antiguo Perú.
La teoría de la llegada de Naylamp surge gracias a investigaciones arqueológi- cas; además, es muy probable el hecho de que dicho personaje haya venido del norte. No se sabe exactamente de dónde pero de acuerdo a las tradiciones y leyendas antiguas, se cree que Naylamp pudo haber sido un señor maya.
Las islas y las cuevas también fueron importantes en el prehispánico para comunicar a dos mundos, el de los muertos y el de los vivos. Muchas agru- paciones costeñas las utilizaron como lugar para enterrar a personajes importantes. Y en general los ríos, lagos, el mar y el agua en sí tuvieron un rol importante en la cosmovisión andina porque eran dadores de vida o fertilidad. Tanto la tierra como el mar en quechua se llaman mama y ambas “madres” alimentaban con sus poderes a sus hijos y agrupaciones. También se realiza- ban manifestaciones artísticas y ceremonias apaciguadoras para que el mal se acabe, y lo favorable se agradecía con fiestas.
Para los Incas existían elementos como el Spondylus prínceps (mullu), la con- cha molida de un molusco de aguas calientes, que servía como ofrenda en los rituales precolombinos. El deseo de los incas de conquistar la zona originaria del mullu hizo que se expandieran hacia el norte, desde donde era traído por el mar, en grandes balsas de totora en un comienzo y luego en grandes balsas de troncos.
Finalmente se debe indicar que a medida que el imperio de los incas se exten- día a través de sus conquistas y alianzas se encontraron con las tradiciones acerca de los orígenes de familias notables y dinastías de gobernantes como sucede en Moche y Lambayeque, y lo que hicieron fue incorporar estos mitos provinciales a sus tradiciones imperiales haciendo que así se preservara la santidad e importancia de la dinastía.
Spondylus princeps.
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