Page 9 - Crónica: Libertad de Expresión en los Medios de Comunicación de Ibagué
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$6.410.000, en menos de 40 segundos”. Así lo publicaba elolfato.com y la mayoría –por no decir
todos– los medios locales, pero lo que ninguno se esperaba era la dura reacción del Alcalde
Jaramillo hacia la prensa:
Ustedes (los periodistas) tratan de conseguir información para crear pánico en donde no existe,
sean más ibaguereños, defiendan esta ciudad, defiéndala. Sean ibaguereños, tengan corazón.
Esta es una de las ciudades seguras de este país, no la deterioren haciendo escándalos que no
ameritan como el que ustedes están tratando de hacer con una situación como la que se
presentó"
"Ustedes tienen que especular, crearle mala fama a Ibagué. Aquí somos unos antropófagos, nos
comemos entre nosotros, tenemos que acabar con todo lo bueno. Ibagué es una ciudad hermosa,
con gente buena. Para qué tratan de hacer escándalo con cosas que no tienen trascendencia"
Con el discurso, el alcalde no solo estaba descalificando la prensa sino que también le restó
importancia a los problemas de seguridad de la ciudad al manifestar que este hecho no merecía
cubrimiento por tratarse de una cifra “pequeña”, pero dejando en realidad un mensaje negativo al
cuestionar ese principio que tienen los medios de informar las problemáticas que son interés
público, y violando en una u otra forma la independencia de los mismos al sugerir qué hechos
son noticia, cuáles se deben publicar y cuáles no.
Escobar de la Serna (1998), afirma que la facultad de recepción y difusión de noticias, es un
derecho que exige unas condiciones, la primera de las cuales es la verdad. Las noticias deben
referirse a información relevante, incluyendo la política, y ser conformes con la realidad,
exigiendo una completa independencia por parte del informador. Las opiniones comprenden las
ideologías, juicios u opiniones propiamente dichas, o conclusiones que se obtienen de aplicar las
ideas a los hechos.
Posterior al capítulo del robo al banco Caja Social, los ánimos se apaciguaron pero no por mucho
tiempo. El 8 de diciembre del mismo año en plena rendición de cuentas de la empresa de
acueducto y alcantarillado de Ibagué (IBAL), el Alcalde volvió a irse lanza en ristre, señalando a
los dueños de los medios locales de ser testaferros de Eduardo Restrepo Victoria, alias “El