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tiene sentido”, afirma Isabelle Ciofolo, etóloga
                                                                       que se incorporó a las labores de conservación
                                                                       en Kouré a mediados de los noventa. “En la me-
                                                                       dida de lo posible, lo mejor es dejar que las jira-
                                                                       fas sigan sus tendencias naturales al elegir el
                                                                       hábitat que mejor responda a sus necesidades”.
                                                                          Señala que las jirafas de Níger han demostra-
                                                                       do que pueden recorrer hasta 290 kilómetros.
                                                                       “Si un lugar supone una amenaza, son perfecta-
                                                                       mente capaces de encontrar un nuevo hábitat
                                                                       por su cuenta”.

                                                                       “BUENA CHICA , QUÉ LINDA”, dice Morkel para sí
                                                                       mientras se acerca a una jirafa sin que se dé
                                                                       cuenta. Calcula que el animal pesa unos 700 ki-
                                                                       logramos; ajusta la presión de su rifle a 12 bares
                                                                       para un disparo a 30 metros de distancia y le
                                                                       quita el seguro. Es la una de la tarde y la tempe-
                                                                       ratura de 38º centígrados.

                                                                          “Nunca había estado en una situación similar,
                                                                       en la que te puedes acercar a una jirafa caminan-
                                                                       do. Lo normal es ir a bordo de una pick-up y dis-
                                                                       parar de lejos”, me cuenta Morkel. Pero se trata
                                                                       de criaturas peculiares, sobre todo porque viven
                                                                       en tierras comunales, lejos de reservas de caza
                                                                       o parques nacionales, y en su día a día se cru-
                                                                       zan con agricultores y pastores. En las noches
                                                                       hurgan con la cabeza graneros elevados con for-
                                                                       ma de colmena y se comen las hojas de caupí que
                                                                       los aldeanos almacenan para su ganado, así como
                                                                       sus mangos y calabazas. Por suerte –para todos–,
                                                                       la única comida que les desagrada es el mijo, el
                                                                       cereal nutritivo que constituye la alimentación
                                                                       básica de la región.
                                                                          Morkel se lleva el arma al hombro y jala el ga-
                              Personal encargado de la                 tillo, el dardo cargado de etorfina sale disparado
                                 vida silvestre extrae el
                               cadáver de una jirafa de                y aterriza en el hombro izquierdo del animal: es
                              una trampa en Amboseli,                  un golpe preciso, pero el medicamento tardará
                                Kenia. Un animal puede                 varios minutos en surtir efecto.
                               proveer 300 kilogramos
                              de carne valiosa. A veces,                  La sedación de las jirafas silvestres es una
                                las jirafas se cazan por               práctica relativamente nueva que se ha redefi-
                             sus colas, símbolos de es-                nido en el transcurso de 30 años y supone mu-
                              tatus en algunas culturas.
                                                                       chos riesgos. Si se le administra una dosis letal
                                             BRENT STIRTON
                                                                       de opioide, el animal podría dejar de respirar. Cae-
                         LAS CERCAS SON UNA                            ría de cabeza, se rompería el cráneo, la espalda
                                                                       o las patas altas y delgadas. Podría regurgitar
                    AMENAZA MAYOR QUE LA                               alimento parcialmente digerido e inhalarlo has-
                       CAZA ILEGAL, PUES LAS                           ta los pulmones, lo cual le provocaría neumonía.
                           JIRAFAS NO PUEDEN                           Le podría dar un golpe de calor tras yacer en la

                  SALTARLAS, LO QUE QUIERE                             arena abrasadora. Durante un traslado a Uganda
                        DECIR QUE SU ZONA DE                           en 2017, tres animales murieron a causa del es-
                                                                       trés que les ocasionó su captura y otro murió en
             DISTRIBUCIÓN ESTÁ LIMITADA.                               el camino.




                                                                                                              JIR AFAS   85
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