Page 22 - Manual Periodistas
P. 22
enojo, miedo, impotencia, frustración, desamparo, indefensión, a esto se le llama labilidad emocional.3. Repercusiones físicas, conductuales y sociales: cuando por un lado, no entendemos lo que estamos viviendo y por lo tanto, nos es muy difícil razonar, analizar y tomar decisiones al respecto; y por otro lado, esa situación nos provoca un enorme desequilibro a nivel emocional; será común que vivamos también niveles altos de estrés que no podemos manejar adecuadamente y por tanto, afectaciones físicas (dolores de cabeza, dolores musculares, trastornos digestivos, entre otros); lo cual también provocará repercusiones en nuestra forma de conducirnos; es decir, podremos actuar de manera poco habitual, por ejemplo, si yo soy una persona habitualmente tranquila y conciliadora, en una circunstancia/etapa crítica de vida puedo actuar irritable, intolerante e incluso agresiva (será común que nosotros mismos/as nos sorprendamos de la forma en que estamos reaccionando); seguramente la forma en que nos estamos conduciendo en ese momento de vida puede derivar en alteraciones en nuestras relaciones interpersonales; si nosotros podemos “desconocernos”, más aun nuestro entorno social inmediato: “ya no se te puede decir nada, de todo te alteras”, “no sé cómo tratarte”, “estás irreconocible”.4. Existe un estado general de vulnerabilidad y desequilibrio en la persona: Lo que conlleva que nuestra capacidad defensiva, de enfrentamiento y resolución de los problemas esté disminuida o colapsada. Estamos afectados/as en las diferentes áreas que nos constituyen, a nivel cognoscitivo (capacidades de pensamiento, análisis, raciocinio, memoria, juicio, etc.), físico, emocional, conductual y social/interpersonal.Finalmente, este tipo de experiencias críticas sobre todo si son intensas, continuas, prolongadas, o repetitivas pueden derivar en afectaciones psico-emocionales como las que revisaremos a continuación.