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entre la reacción social ante el fenómeno criminal en general y la reacción social ante la delincuencia
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económica y denuncia el trato benévolo dispensado a la misma.

A la delincuencia económica, se le ha denominado también como delitos de cuello blanco,

delitos financieros. Sin duda, un histórico en torno a este tema es Sutherland establece su definición:

“El delito de cuello blanco puede definirse, aproximadamente, como un delito cometido por una
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persona de respetabilidad y status social alto en el curso de su ocupación”.

Desde luego, esta definición ha de actualizarse sobre todo por los alcances que pueden tener
la lesión o puesto en peligro de los bienes jurídicos protegidos en este ámbito y que se proyectan en

un daño a hacia los demás: fraudes alimentarios, contaminación ambiental, lavado de dinero,
atentados al sistema del libre mercado. Ahora bien, la delincuencia económica también abraca

aspectos que se dan en el interior de la empresa, que también afectan a las relaciones económicas y

las consecuentes repercusiones sobre los integrantes de la población.

Al respecto, Kellens y Lascoum establecenel hombre-de-negocios-delincuente no se

corresponda nunca con el delincuente-tradicional-tipo, pues la dialéctica entre la escasa reacción
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ante el delito y la percepción del mismo como de escasa gravedad es difícilmente superable.

Sin duda, no sólo interesa ver la reacción jurídico penal, es todavía más importante poder

establecer un diagnóstico que nos permita diseñar estrategias de prevención, lo que posibilita no una
situación reactiva, cuando el daño ya se generó-en ocasiones con daños irreparables- sino

anticiparse a la realización y con ello evitar la merma del patrimonio y las consecuencias jurídico
penales.

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Viladàs Jené, Carlos en Bergalli, Roberto, Bustos Ramírez, Juan et al (Coordinadores) La delincuencia económica en Pensamiento
criminológico Tomo II. Estado y Control, Colombia, Temis, P.227
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Citado porViladàs Jené, Carlos, op. Cit. p.222

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Citado porViladàs Jené, Carlos, op. Cit. p.227

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