Page 15 - http://roychacon/lineamientos/idiomas/todo.asp
P. 15
Ministerio de Educación Nacional
través del uso de ellos" (p.2). En tal sentido, el contenido del currículo desarrolla pensamiento y capacidad lingüística y el desarrollo de
nuevos conocimientos siempre implica el uso de lenguaje y pensamiento.
Basándose en los escritos de Bruner, Vygotski y Piaget, Seaver y Botel (1991) proponen cuatro principios del aprendizaje, a saber: el
aprendizaje tiene como eje el significado, tiene lugar en un contexto social, implica relaciones entre los distintos procesos del lenguaje,
es algo muy personal y particular del ser humano. Seg ún estos autores, el aprendizaje se logra por medio de participación activa,
colaborativa y reflexiva en cinco experiencias críticas que pueden ser incluidas en cualquier metodología empleada en la enseñanza
de una lengua extranjera dentro del currículo integrado. Ellas son: leer textos, componer textos de varios géneros, usar la lectura y la
escritura para adquirir nuevos conocimientos fuera de la escuela, analizar las funciones ling üísticas y aprender a aprender.
Si es indispensable que el significado sea central al aprendizaje de una lengua extranjera, entonces es indispensable también que los
actos comunicativos sean comprensibles para el educando (Krashen, 1982).
Frank Smith (1989) menciona algunas características del lenguaje comprensible: es real y natural, está integrado y no fragmentado o
aislado de un contexto, es interesante y relevante al aprendiz, es parte de un evento real y tiene utilidad social, pertenece al aprendiz y
tiene propósito para él, es accesible y el aprendiz elige su uso porque tiene la capacidad y el poder para utilizarlo. En cambio cuando
el lenguaje es artificial, carece de sentido e inter és, es irrelevante y fuera de contexto, carece de valor social y propósito y se vuelve
difícil de aprender.
A veces a pesar de que la lengua extranjera sea comprensible para el aprendiz, éste no la aprende. Según Krashen (1982), factores
afectivos sirven como un filtro que puede bloquear el proceso de aprendizaje, en general, y de la lengua extranjera en particular.
Algunos de estos factores son el temor, la angustia, la ansiedad, la pena, la confusión, la presión. Por eso es importante tomar en
cuenta el estado afectivo y emocional del aprendiz y aliviar estos factores en lo posible.
Así mismo, los procesos sociales como los procesos ling üísticos influyen en el aprendizaje de la nueva lengua (Fillmore: 1979). En los
procesos sociales entran no sólo las estrategias empleadas por el aprendiz sino tambi én las que utiliza el hablante de la lengua
extranjera. En cuanto a los procesos lingüísticos Wong Fillmore, encontró que los alumnos tratan de dar sentido a lo que los hablantes
de la nueva lengua dicen utilizando sus conocimientos previos sobre cómo funciona su propia lengua. Los estudiantes analizan lo que
hacen y formulan una relación entre lo que dicen y los eventos o actuaciones, adivinan un significado (educated quesses) sobre actos
de comunicación y las funciones lingüísticas, buscan la manera de emplear la lengua extranjera para lograr lo mismo.
Hemos analizado mucho sobre el aprendizaje en esta sección, sin referirnos en mayor proporción a la enseñanza. Destacamos ahora
cinco principios según Brown (1995), son indispensables en la enseñanza-aprendizaje de las lenguas extranjeras.
Según estos principios, se debe:
- Reconocer y aprovechar en cuanto sea posible la motivación intrínseca del niño, su curiosidad para aprender algo nuevo.
- Recordar la importancia que tiene la conducta arriesgada en el desarrollo de la lengua extranjera para dar oportunidades a los
alumnos, arriesgarse en el manejo de la lengua extranjera, tanto en lo oral como en lo escrito.
- Reconocer que el lenguaje y la cultura están estrechamente relacionados.
- Fomentar la auto-confianza de los alumnos porque ésta es importante para el desarrollo de la lengua extranjera.
- Finalmente, tener muy en cuenta que los alumnos exitosos son los que hacen una inversión estratégica en su propio aprendizaje.
Por otra parte, el docente y la institución deben ser realistas en cuanto al tiempo que se necesita para aprender una lengua extranjera.
Dos a tres horas semanales durante siete u ocho a ños no van a producir hablantes avanzados. Hay que invertir tiempo y esfuerzos en
un currículo integrado donde haya muchas oportunidades para utilizar el nuevo idioma, para leer y escribir en lengua extranjera en
otras disciplinas como las ciencias, la informática, las matem áticas y ambientes educativos que permitan su utilización en la
cotidianidad.
2.4. Sugerencias Metodológicas

