Page 10 - Revista Nuevos Aires de Bolívar (Nº 17)

Nuevos Aires
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Aprender… y aprehender, por Gastón Peret

Cada uno es un ser individual, perfecto a su
manera, según su camino de vida.
Algunos llevamos cicatrices como recordato-
rios de tropezones fatales o batallas ganadas,
otros la mirada perdida de viejos tiempos que ya
no volverán, otros las manos fuertes de caricias,
de golpes, de señales que se dejan ver.
Cada uno tiene su historia, por momentos com-
partida con otros seres que coincidieron en el
mismo trayecto, o un par de amaneceres, o un
par de noches de pasión y estrellas fugaces que
se fugaron hacia quién sabe dónde.

Y así vamos aprendiendo, creciendo, evolucio-
nando. Cada uno con su particular paso, con sus
tiempos de estaciones, con sus contratiempos de
horarios esclavos, con sus ganas entre latidos y
suspiros, con sus humanidades a cuestas y que
cuestan, con sus sabidurías y amores que no se contradicen porque terminan hablan-
do las almas.

Cada uno aprendiendo las lecciones de la vida, repasando los días con sus noches,
salteando capítulos con pasos largos que no llevan muy lejos, haciendo trampa en
algún examen que se termina pagando con grandes intereses, sabiendo que en cada
día al despertar, espera algo nuevo por incorporar a la vida.

Algunos llegan a un punto de evolución que otros tardan en alcanzar, mientras que
también están los que ya hace rato dejaron atrás ese punto de referencia. Y por eso es
de pronto normal descubrir un día que la mirada apunta hacia otros horizontes, o los
temas de conversación parecieran venir de otros mundos, y hasta el aire que se respi-
ra (la forma de vida) es tan distinta al ayer.

Pero todos los cambios son bienvenidos. Es parte de vivir en un mundo que no deja
de girar, de moverse como nosotros, buscando lo mejor de afuera para encontrar lo
mejor de adentro en cada uno.

Como los latidos afinados, como los suspiros infinitos, como la sonrisa brillante,
como la paz interior, la tranquilidad ambiental, el bienestar mental, el amor más puro
que existe, entre la brisa que despeina y el aire que cada uno de nosotros respiramos.