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No es lo mismo tratarla en envases grandes que en pequeños. Así que metimos la gasolina en botellas de vidrio, de un
litro. Las dejamos cuatro días y el resultado fue espectacular. Vaciamos el tanque otra vez, echamos la gasolina
piramidalizada y nos fuimos en un viaje de cuatrocientos kilómetros. Consumió 1,87 litro menos cada cien kilómetros, es
decir un ahorro cercano al 17 %. No se trata de algo realmente práctico a la hora de ahorrar combustible, pero prueba los
efectos físicos, especialmente la corrección molecular de todos los líquidos. Aunque las moléculas de los hidrocarburos
son muy diferentes a las del agua, también forman pirámides macromoleculares y la extracción de energía en su oxidación
es mayor.
Algunos experimentadores dicen haber logrado ahorros notables poniendo pirámides sobre el tanque de combustible, en
los maleteros de los coches, pero a nosotros, tal como preveíamos, no nos resultó. En tal caso lo que actuaría sería la
antipirámide, que algunos de sus efectos son similares a la pirámide propiamente dicha. También hemos apreciado
correcciones de simetría molecular en la antipirámide, pero en unos pocos experimentos que nos dieron la pauta que con
ella hay un terreno muy grande a explorar, que hubiera necesitado de algunos años más.
Se presenta en la cuestión de la pirámide en el maletero, el problema de la orientación. Por pocos instantes en cualquier
viaje, la pirámide queda correctamente orientada. Insuficiente para trabajar sobre el combustible y modificarlo. Pero existe
un modo que han propuesto otros experimentadores, para evitar este problema: Se trata de usar conos, en vez que
pirámides. Estos tienen efectos parecidos -no iguales- y menos potentes que las pirámides, pero el anti-cono también se
forma y no tendría el problema de la orientación. Quedo a la espera de disponer de algo de tiempo para probarlo e invito a
los Lectores a hacerlo.
Un cono pequeño es mucho más fácil de hacer que una pirámide y para esa finalidad puede convenir usar lámina de
cobre, de 1,5 mm de espesor. Las proporciones de los conos para obtener algo de ellos, tienen que ser diferentes a las de
la pirámide, según varios aficionados, lo que concuerda con las medidas dadas por los arquitectos esotéricos de la Edad
Media a las cúpulas de las torres en muchos palacios y castillos. Ha de calcularse aproximadamente que la altura sea 1,9
veces mayor que el diámetro de la base. Es decir que a un cono de un metro de diámetro, corresponde una altura de 1,9
metros [Actualización y corrección: Cuando editamos el libro no teníamos toda la información y resultados generales de
nuestros nuevos experimentos. La proporción correcta del cono se aproxima a que la altura sea de 3xD, o sea que a un
cono de un metro de diámetro, corresponden 3 metros de altura], lo cual hace un poco incómodo ciertos usos. Para el
maletero de un coche irá bien un cono de 20 cm. de diámetro, con cuarenta de alto. Esto si nos atenemos a las medidas
calculadas para efectos orgánicos, pero igual habría que experimentar con conos de proporciones similares a las
piramidales. Digamos que a un cono de 60 centímetros de diámetro le corresponderán 36,7 centímetros de altura, según
una de las varias proporciones dadas por los experimentadores.
Mi criterio es que no hay nada claro, puesto que hay varios informes y deducciones diferentes, así que hay que hacer
conos de diferentes proporciones y probar al menos con dos modelos, ajustándolos luego de modo práctico en base a los
resultados, más que por cálculo matemático.
Otras informaciones de experimentadores con conos, dicen que la altura para conseguir efectos "mágicos" (o efectos
psíquicos) correspondería a tres veces el diámetro. Esta postura de matemáticos concuerda con ciertas obras materiales.
Hay varios planos de antiguos castillos, también con esas proporciones en los remates de las torres.
No he trabajado mucho con ellos y no los usamos para la investigación cuántica, así que también son un interesante
terreno a explorar, incluso en lo terapéutico. Ahora volvamos un poco a la historia, que no deja de darnos perspectivas muy
interesantes.
HECHOS EXTRAÑOS Y LA ESFINGE
Volviendo un poco hacia el pasado, historia sobre la Esfinge, compañera
misteriosa de las pirámides de Gizéh, trata sobre el príncipe y futuro faraón
Tutmosis IV (1425 a. C.). Luego de una cacería se durmió una siesta a la
sombra de la Esfinge, y ella le anunció en sueños que sería máximo
gobernante, aunque en esa época Tutmosis no tenía chance, según la línea
dinástica. La Esfinge le pidió que le quitara la arena del desierto, que la hacía
sufrir, y apenas se cumplió la onírica profecía, el recién coronado Tutmosis
IVº mandó erigir una estela de granito entre las patas de la Esfinge para
conmemorar su encuentro con la figura, a quien consideró una deidad. En la
estela aparece el propio faraón haciendo ofrendas a la Esfinge y ésta se
presenta con todos los atributos que debió tener en tiempos más remotos.
La arqueología oficial afirma que el palacio grabado en la estela que mandó a poner allí Tutmosis IVº es el templo que
tendría la Esfinge enfrente, pero no concuerda con las normas constructivas de los egipcios de aquella época ni con las
anteriores. Muchos investigadores heterodoxos lo han interpretado como un palacio o cripta que se encontraría DEBAJO