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Construcción de la G.P.
El hallazgo del profesor Joseph Davidovits de uñas, pelos y burbujas de aire en el interior de los bloques facilitó la
investigación sobre el sistema de construcción utilizado, que no estaba basado en bloques tallados sino en moldes
prefabricados (7).
En el año 1889, el egiptólogo C. E. Wilbour encontró en la pequeña isla de Sehel, al norte de Assuán, una estela
recubierta de jeroglíficos de Egipto en que los dioses están eternizados en fantásticos dibujos rupestres. Los textos de la
estela fueron traducidos en el siglo pasado por los arqueólogos Brugsh, Pleyte y Morgan, y completamente descifrados en
1935 por el arqueólogo francés Barquet. Parece claro que los jeroglíficos de la así llamada «estela de Famine» fueron
grabados en la dura piedra en época ptolemaica (hacia el año 300 antes de Cristo), aunque los hechos a los que se refiere
el texto acontecieron más de un milenio antes de esta fecha. La estela presenta un total de dos mil seiscientos jeroglíficos,
¡seiscientos cincuenta de los cuales explican el modo en que se elaboraban las piedras artificiales! (8). Davidovits preparó
diversas mezclas de cemento y argamasa basándose en antiguas fórmulas egipcias. El nuevo (¡antiquísimo!) material
obtenido resultó ser mucho más duro y resistente a la intemperie que nuestro cemento, pues debido a determinadas
reacciones químicas se secaba mejor y más rápidamente. No es de extrañar, por lo tanto, que la firma francesa
«Géopolymère France» fabrique mezclas de hormigón basándose en la antigua mezcla, y en los Estados Unidos la firma
líder en hormigón «Lone Star» haya incluido en su producción este cemento, que seca más rápido y es el más resistente
de todos: ¡hormigón para la eternidad! .

Objetivo de la G.P.
Uno de los factores innegables de la G.P. es la existencia de 43 “vigas” de 70 Tn. de peso cada una en las llamadas
Cámaras de Descarga de la Cámara del Rey. Estos bloques son de granito con una pureza de cuarzo no inferior al 55 %, y
fueron pulidas en todas sus caras excepto la superior, que fue devastada hasta conseguir que todos los bloques vibraran a
la misma frecuencia de 440 Hertz, es decir, la frecuencia media de vibración del planeta (5).
Una de las teorías consiste en que la Gran Pirámide era capaz de generar algún tipo de energía térmica o nuclear.
Interpretando los procesos técnicos que pudieron tener lugar allí. Alan F. Alfort (9) expone una teoría sobre la búsqueda de
cámaras secretas atendiendo a su funcionalidad y dice que dentro de la Gran Pirámide se debería encontrar un sistema de
energía integrado por una fuente de combustible, un sistema de tratamiento, otro de dirección de la producción y otro de
control, e identifica los corredores, las cámaras, los pozos y la Gran Galería como el sistema de tratamiento, siendo el
agua el combustible. Utiliza un diagrama para demostrar el flujo ascendente del agua y los gases que constituyen el
sistema energético de la Gran Pirámide. La culminación de este proceso es la producción de calor y vapor de agua, que se
desplazan por un pozo desde la cámara del fuego hasta el mecanismo de producción situado en una sala cercana a la
cúspide de la pirámide.

Según sus planteamientos, la Gran Galería contribuye a crear el sistema de hidrógeno comprimido a gran presión, en la
Cámara del Rey se produciría el fuego y en la Cámara de la Reina existiría una fuente de agua. En este entramado tienen
especial relevancia los llamados canales de ventilación. Hasta ahora se han identificado como trayectos que recorrían los
espíritus de los difuntos en su complicado paso entre la vida y la muerte. Pero si tuvieran dicha función religiosa se
hallarían en todas las pirámides y no sólo en ésta, precisamente la única a la que sus constructores hicieron
premeditadamente hermética por medio del milimétrico acople de sus millones de bloques. Estos canales podrían servir
para trasvasar líquidos y gases y resolverían el problema del canal norte de la cámara de la Reina, el cual se encaminaría
a la cámara del Rey. Esta idea está aparentemente argumentada ya que, si bien no se ve la salida de ese canal a la
Cámara del Rey, sí existe la evidencia en el suelo, cerca del sarcófago, de la prospección realizada por los árabes en el
siglo XII, motivada seguramente por la presencia allí de la desembocadura de este canal. H. Vyse perforó allí mismo, pero
lo hizo tan destructivamente que cualquier conducto debe haber quedado muy bloqueado.
El que en las paredes del canal horizontal, en el pozo o en las Cámaras de Descarga se encuentren restos de una
materia salada, parece indicar que en la Gran Pirámide se produjo algún tipo de experimento físico o químico. Descubrir su
naturaleza conllevaría la localización de las cámaras o elementos constructivos necesarios para que se produjeran tales
procesos.

Otra teoría es la analizada por C. Dunn (5), para quien la G.P. sería una gran central de energía de microondas.
Aprovechando la vibración mecánica de la Tierra (440 Hertz) y amplificándola en la Gran Galería conseguirían transformar
en la Cámara del Rey la energía mecánica en eléctrica por el efecto piezoeléctrico de las más de 1.500 Tn. de cuarzo de
las cámaras de descarga. A partir de aquí y a través de la producción de Hidrógeno en la Cámara de la Reina, la oscilación
de los electrones de los átomos de hidrógeno conseguiría la producción de microondas. [Nota de Gabriel Silva: En esta
segunda edición hemos agregado el descubrimiento por deducción de Philippe Lheureux, que no invalida la teoría de C.
Dunn debido a la polivalencia de la G. P.. Hay que entender que la “polivalencia” requiere de una ingeniería tan avanzada
(que no podemos menospreciar merced a los datos conocidos), que varias teorías sobre los objetivos de la construcción
pueden ser perfectamente compatibles. Lo más parecido en la actualidad es la famosa “navaja suiza”, donde varias
herramientas, con funciones completamente diferentes se encuentran en un mismo objeto. La diferencia está en que la
Gran Pirámide no atornilla, sierra, punza, limpia uñas, corta, defiende, enrosca y abre botellas, sino que cura, produce
energía, arregla problemas geobiológicos, deja datos matemáticos, geométricos, geodésicos y astronómicos y guarda
cámaras secretas para la civilización que la comprenda y encuentre su legado.]