Page 30 - El Necronomicon
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modo que pueda partir, y decid el encantamiento de INANNA que
narra cómo ella conquistó el reino del Mundo Subterráneo y de-
rrotó a KUTULU. Entonces, todos los IDUMMU se desvanecerán
y seréis libres de abandonar el Pórtico y apagar el Fuego.
No podréis invocar a NANNA hasta que no hayáis atravesado
el Pórtico de NANNA. No podréis llamar a NEBO hasta que Su
Pórtico no haya sido cruzado. Lo mismo sucede con el resto de
los Pórticos. Cuando hayáis ascendido hasta el límite de la Esca-
lera de las Luces, poseeréis conocimiento y poder sobre las Es-
feras y, a partir de entonces, seréis capaces de invocarlas en
tiempos de necesidad. Sin embargo, ello no os dará poder sobre
los ABSU, ya que éste se obtiene de manera diferente por medio
del Ritual del Descenso. Este Ritual deberéis llevarlo a cabo el
decimoquinto día después del trece del mes en el que hayáis pe-
dido que el Pórtico de MARDUK se abriera. Porque MARDUK
mató a los espíritus malignos de INANNA, la Diosa del Quince,
conquistó los Infiernos, donde algunos de ellos aún moran. Se
trata de un Rito muy peligroso y puede ser realizado por cual-
quier hombre que posea la fórmula, sin importar que haya atra-
vesado los Pórticos anteriores, aunque se recomienda haber pa-
sado por el Pórtico de MARDUK antes de aventurarse al Abismo.
Por esta razón, pocos han abierto alguna vez el Pórtico de ADAR
y hablado con el de los Cuernos que reside allí y brinda todo tipo
de sabiduría con respecto a las operaciones de la nigromancia y
los hechizos que aceleran la muerte. Sólo cuando hayáis exhibi-
do vuestro poder sobre los Maskim y los Rabishu podréis avan-
zar hacia la Tierra de los lGlGl, razón por la que se estableció la
Alianza, de modo que nadie pudiera Andar a salvo a través de los
valles hundidos de los Muertos antes de haber ascendido hasta
MARDUK; y tampoco pudiera abrir los Pórticos que hay más allá
de ADAR hasta que hubiera visto los Signos del Dios Loco y ex-
perimentado la furia de la Reina infernal.
Y sólo existe una defensa contra los Antiguos. Por cierto, úni-
camente un loco, ¡tal cómo me llaman a mí!, puede esperar tener
poder sobre Aquellos que viven en los Espacios Exteriores, por-
que se desconoce su poder y el número de sus hordas. Cada día
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