Page 29 - El Necronomicon
P. 29

Segundo, la Noche del Recorrido, que debe ser la decimoter-
       cera noche de la luna, habiendo comenzado en la Decimotercera
       noche anterior, deberéis acercaros al Pórtico con miedo y respe-
       to. Vuestro Templo está exorcizado. Deberéis encender el Fuego
       y conjurarlo con la invocación del Dios del Fuego y arrojar incien-
       so. Deberéis realizar ofrendas a las deidades del altar.
          Tercero, deberéis encender las cuatro lámparas con el brase-
       ro ardiente y recitar la invocación propia de cada una de estas
       Atalayas en su propio lugar, llamando a la Estrella respectiva.
          Cuarto, deberéis recitar la invocación del Observador, clavan-
       do la Espada en la Tierra en Su puesto, sin tocarlo hasta que lle-
       gue el momento establecido para Su partida.
          Quinto, deberéis colocaros el Sello de la Estrella en la mano
       derecha y susurrar su Nombre despacio.
          Sexto, deberéis recitar el Encantamiento del Andar  con  voz
       sonora y clara a medida que recorráis el Pórtico en círculos, co-
       menzando por el Norte y yendo hacia el Este; luego, hacia el Sur
       y el Oeste, siendo el Número de veces que debáis hacerlo igual
       al Número especial de la Estrella.
          Séptimo, deberéis retornar al centro del Pórtico, ante vuestro
       altar, momento en el que deberéis postraros en el suelo sin mirar
       a derecha o izquierda hacia lo que allí pueda estar moviéndose,
       ya que estas operaciones atraen al Pórtico a muchas clases de
       demonios y fantasmas errantes, sino al aire, encima del  altar,
       donde,  en poco tiempo, observaréis cómo el Pórtico se abre a
       vosotros y oiréis al Espíritu-Mensajero de la Esfera saludaros con
       voz clara; os proporcionará un Nombre que no habréis de olvidar,
       ya que será el Nombre de vuestro Paso a través del Pórtico, que
       deberéis usar cada vez que deseéis cruzarlo. El mismo Espíritu-
       Mensajero saldrá a vuestro encuentro y, si desconocéis su Nom-
       bre, os prohibirá la entrada y en el acto caeréis a la Tierra.
          Cuando se haya atravesado el Primer Pórtico y se haya reci-
       bido  el  Nombre,  caeréis  de regreso a la Tierra en el centro de
       vuestro  Templo.  Aquello que estaba moviéndose alrededor  del
       Pórtico habrá desaparecido. Recitad sobre el altar vuestro agra-
       decimiento a los Dioses, golpead la Espada del Observador, de


                                                               31
   24   25   26   27   28   29   30   31   32   33   34