Page 3 - TFG BELÉN GUERRERO
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MUJER, MADRE Y ALCOHÓLICA
M.M. tiene 56 años y lleva más de media vida Está normalizado en la sociedad, es parte de la
consumiendo. Acaba de salir de la consulta, engaña gastronomía española y está presente en cualquier
a su médico y le dice que desde hace dos semanas celebración. Su accesibilidad y bajo coste económico
no bebe alcohol. Quiere reincorporarse al trabajo, hacen posible su consumo frecuente.
aunque la realidad es que no tiene ninguna intención Según la última Encuesta sobre alcohol y otras
de dejar de beber. “El alcohol es mi marido y mi drogas en España, EDADES, publicada en el 2017,
premio”, comenta con su copa en la mano. el 91’2% de la población de entre quince y sesenta
Inició el consumo de alcohol a los dieciséis años, y cuatro años declaró haber consumido alguna vez
como cualquier adolescente que busca emociones en su vida alcohol. De ese porcentaje, el 7’4% afirma
nuevas. Con el tiempo esa sensación de embriaguez mantener un hábito de consumo diario. La edad
se convirtió en su compañía. Considera que la línea media en la que se consume por primera vez son los
entre bebedor social y persona adicta la cruzó el 16’6 años, dato que confirma la peligrosa exposición
día en el que desapareció el padre de su hija P.G. temprana a la sustancia.
“El otro día llevaba dos días sin beber y me sentía P.G. tiene actualmente veintiún años, veintiún años
viuda, huérfana, como si hubiesen matado a mi hija. conviviendo con una madre alcohólica. Confiesa
Mi vida no tiene sentido, no me importa nada, sin que “vivir con una persona con este problema es
beber no concibo la vida”. Desde ese momento su complicado. No es fácil para una cría llegar a casa y
estado anímico fue siempre acompañado por su copa ver encima de la mesas seis botellas de vino vacías
de vino, alejándole poco a poco de toda la gente y a su madre desnuda y desplomada en el suelo.
que le quería. M.M. Reconoce que se ha sentido Mi madre me recogía borracha del colegio, una vez
completamente sola “porque la sociedad no quiere vomitó delante de todos los niños y todas las madres.
a la gente borracha. Pierdes el trabajo, a tu familia, Yo nunca quería que llegase la hora de volver a casa.
tus amigos se avergüenzan de que les relacionen La gente me decía que mi madre era una borracha”.
contigo... Entonces le das aún más a la bebida. Tu vida, Recuerda ser una niña y pasar tardes enteras
para ti, deja de tener valor, te vuelves auto destructiva haciendo compañía en el bar a su madre. M.M. jugaba
e incluso llegas a desear la muerte”. con ella cuando iba sobria y le gritaba e insultaba
La cultura y la fácil disponibilidad a la sustancia cuando bebía, “me hacía daño, pero sobre todo me
son factores determinantes del consumo. Es común daba mucha vergüenza. Cuando no va borracha mi
encontrar una familia donde haya algún alcohólico, madre es la mejor, pero cuando bebe se vuelve loca
pero al mismo tiempo existe una permisibilidad total y agresiva. He llegado a sentir odio por ella. ¿Tan poco
con el alcohol. le importo, tan poco me quiere que no es capaz de
dejar de beber, aunque su hija se lo esté pidiendo?”,
<<Tu vida, para ti, deja de tener valor, lamenta.
te vuelves auto destructiva e incluso P.G. bebió por primera vez con catorce años,
llegas a desear la muerte>> aumentando su ingesta progresivamente con el
tiempo. Considera que en muchas ocasiones bebe y
sale tanto de fiesta para no pensar en sus problemas,
pero a pesar de ello, declara: “Nunca voy a ser
alcohólica porque ni quiero vivir lo que ha vivido mi
madre, ni quiero que mis hijos vivan lo que he vivido
yo”. Repite el mismo patrón que M.M., el problema es
que nadie cree que va a cruzar esa línea hasta que ya
está al otro lado.
M.M. EN SU CASA SOSTENIENDO UNA COPA DE VINO FUENTE PROPIA