Page 7 - REVISTA INALIENABLE 1 EDICIÓN
P. 7

¿SÚBDITOS O CIUDADANOS? LA RUPTURA IMPRESCINDIBLE


                               Catalina Ramos S.  biólogo. Especialista en gestión  de la innovación social,  alianzas sostenibles y relación
                               ciudadana, Coordinadora Nacional  de Asociaciones Ciudadanas, es miembro de la Dirección  nacional y  del
                               Comité de DDHH de Vente Venezuela.

                               La  transformación  de  Venezuela  en  una  verdadera  Tierra  de  Gracia,

                   requiere una nueva concepción de la ciudadanía. Debemos avanzar hacia una visión

                   del  ciudadano  que  fomente  el  librepensamiento,  la  autonomía  intelectual,  el  juicio
                   crítico y responsable que permita una correcta fiscalización ciudadana, con la cual se

                   pueda transcender la indiferencia y el desgano hacia lo público, que no espere que
                   ningún gobierno le resuelva sus problemas, sino que le exija que sólo le garantice el

                   orden necesario para desarrollarse libremente.


                   Vivimos  en  un  sistema  que  ha  sumergido  a  la  sociedad  en  una  dinámica  de
                   subordinación,  dádiva,  dependencia  y  ausencia  de  individualidad,  en  beneficio

                   supuesto de una masa sumisa sin personalidad ni voluntad propia. Asumiendo que

                   éramos  un  país  rico  porque  teníamos  petróleo  y  minerales,  y  que  como  todo  eso
                   “pertenece” al Estado, dicho estado tiene la obligación de proveernos. Disfrazados de

                   “programas  sociales”  y  beneficios  para  los  “olvidados  y  excluidos”,  el  ecosistema
                   chavista desarrolló y fue perfeccionando hasta el máximo detalle un proceso de control

                   del individuo forzándolo a registrarse en las misiones y programas sociales que fue

                   inventando. Un sistema que fortaleció el paradigma de súbdito, apalancado en el
                   asistencialismo y la dependencia. Es por ello que la tarea de fortalecer la ciudadanía,

                   y arraigar en torno a principios y valores, se constituye en la principal actividad que a
                   nuestro juicio es menester realizar hoy, cada minuto y en cada lugar donde estemos.

                   Sin  un  ciudadano  fuerte,  será  prácticamente  imposible  transformar  de  raíz  a

                   nuestro país.

                   ¿Y cómo es ese ciudadano para la libertad?

                   Concebimos la ciudadanía como la cualidad del individuo a ser capaz de, además de

                   conocer, reclamar y ejercer los derechos que su dignidad personal y el Estado de
                   Derecho le confiere, es plenamente consciente de sus responsabilidades frente a su

                   entorno, y las asume como tarea y compromiso.
                                                                                                             6
   2   3   4   5   6   7   8   9   10   11   12