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EN ENTREVISTA

S. HUGO ALBERTO MARÍN PÉREZ, S.J.

“...ESPERO CONOCER A FONDO A LA
COMUNIDAD PARA SERVIRLES Y AMAR
MAS A SU GENTE”.

Mi nombre completo es Hugo Alberto Marín Pérez, nací en el municipio del
Centro en Tabasco en la comunidad de Corregidora Ortiz, que está a 40 minu-
tos de la capital Villahermosa, pero la mayor parte de mi vida viví en la comu-
nidad de Plátano y Cacao. Soy el mayor de tres hijos, mi hermana Claudia es
una año menor que yo y le sigue mi hermano Juan Carlos. Mi papá Carlile es
un hombre que se dedica al cultivo y comercialización de frutas y mi mamá se
llama Alicia, se dedica a las labores del hogar y sirve en la Iglesia como anima-
dora de comunidad. Estudié Licenciatura en Informática en Villahermosa y
Filosofía en Guadalajara.

Vocación religiosa y Formación

El llamado a la vida religiosa lo descubrí en mi Parroquía, aunque yo me negaba
a iniciar un proceso de discernimiento vocacional me conevnció la alegría de
los padres jesuitas de mi Parroquia, y sobre todo que me trasmitían un rostro más
cercano de Jesús y una Iglesia más viva, de la que me siento llamado a colabo-
rar. Inicié mi proceso vocacional en el año 2010 y fui destinado a colaborar en
el Instituto Cultural Tampico por seis meses. Después de ese tiempo fui destinado
a la Ciudad de los Niños en Guadalajara, donde estuve como formador de
chicos de secundaria durante un año. Al terminar ingresé por dos años al Novi-
ciado, donde inicié mi formación como jesuita. Después del noviciado fue
enviado a estudiar la licenciatura en filosofía, la cual terminé hace un par de
meses.

Aparte de mi formación académica, mi formación pastoral se enriqueció por el
trabajo con jóvenes, como animador de una comunidad juvenil y promotor de
grupos juveniles en mi Parroquia. Asimismo administré un blog para los ministerios
y fui editor / director de una periódico parroquial que publicábamos cada mes
y cuyo objetivo era dar a conocer el análisis de las distintas realidades de las
comunidades que conformaban la Parroquia.

Misión en Parras

Ahora estoy en Parras en una etapa que los jesuitas llamamos “Magisterio” y
que consiste en trabajar en alguna de las obras que tenemos encargadas los
jesuitas por un periodo de dos años.

Cuando fui destinado a Parras se me encargaron dos tareas principales:
fortalecer la pastoral juvenil en la parroquia y la segunda tarea será apoyar en
el Proyecto de Reconstrucción del Tejido Social en Parras en el área de
Eco-Espiritualidad dando formación a los agentes de pastoral; por lo que me
tocará visitarlos en las ermitas y templos de toda la Parroquia.

Si me preguntaran qué espero del Magisterio en Parras, les diría que espero
conocer a fondo la comunidad para servirles y amar más a su gente. Espero
que me inviten a conocerlos en sus casas, sus trabajos y en sus reuniones.

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