Page 16 - Huasipungo - Jorge Icaza
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el patrón apuntando a una casuca per- J7
dida en el hajio.
El ruido de la cabalgata, con los jinetes
otra vez en las mulas, pone en .guardia a
los perros que lanzan protestas aulladas desde los
huasipnngos.
Atardecía y la cabalgata entraba al pueblo de
Tomachi. El invierno, la montaña y la miseria han
hecho de Toma.chi un P'-leblo de lodo, de basura
y de acurrucamiento ;· se acurruc.an las chozas a
lo largo de la única calle lodosa y adornada de ba-
surero'S, se acm-rucan lo:s guaguas a las puertas
de las viviendas a jugar con el barro o a mascar
el calofrío del paludismo, se acurrucan las muje-
res junto al fogón, tarde y mañana, a preparar la
rnazamorra de mashca o el locro de cuchipapa, se
·acurrucan los hombres, de seis a seis, junto al tra-
bajo de la chacra, de la montaña, o se pierden por
los caminos con sus mulas llevando carga a los
pueblos vecinos. La callejuela está tatuada por una
pequeña acequia de agua turbia, donde abreva el
ganado de los huasipungos, donde los cerdos ha-
cen sus camas de lodo para revolc_ar sus ardores,
donde los niños, poniéndose en cuatro, sacian la
sed.
Corre un frío seco y cortante. Abajo queda el
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valle en silencio, repleto de luz crepuscular que :;
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Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo"