Page 5 - Huasipungo - Jorge Icaza
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J o R G E e A z A
precaución de una chicuela de diez y siete años no
puede deshonrarnos a todos. P.cro, como de cos~
tumbre; las ideas salvadoras no acudier~n a anidar
en su cerebro, se quedaron estranguladas en lo~
puños.
Coadyuvaban a su mal humor los picotazos con-
tinuos del recuerdo de sus deudas: su tío ] t.!lio Pe-
reira, el señor Arzobispo, el Banco, los impuestos
fiscales -deuda odiosa: impuesto predial, impues·
to a la renta, impuesto a la venta de los pocos
quesos que saca de Cuchitambo-. Se enreda en
una madeja de impuestos y vuelve a perder el co-
lor habitual de las mejillas.
¿De dónde salen tantos impuestos? ¿De dónde?
--se preguntaba a menudo-.
En el preciso momento ·que iba a cruzar la ca-
lle, un automóvil de línea aéreo-dinámica le ame-
nazó con una acometida, se queda haciendo equili-
brios en .el borde de la aoer!'l y en el filo de aquel
encontronazo inoportuno.
El acreedor más terrible, el tío Julio, al cual no
se le puede dar largas porque las desbarata con
argumentos m a de in Julio Pcreira, saca la c:abeza
por la ventanilla del auto y le hace señás pa-
ra QUe se acerque.
-¿Cómo está, tío?
6 -Sube: Tenemos que hablar.
Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo"