Page 10 - Huasipungo - Jorge Icaza
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los indios el brazo , que ab.rirá el surco JJ
en esas montañas. ¿Qué dices a todo esto?
Las dubitaciones del sobrino exaltaron al
viejo negociante que se puso al ataque con
un sermón plagado de frases explosivas. Era buen
perro de caza. y sabía que las buenas piezas son
difíciles de arrastrar.
Al salir del despacho, a Pereira menqr le so-
braba un rescoldo de resistencia, mas, al recordar
que en casa le esperaban problemas irresolutos, se
cogió la nariz como si quisiera exprimirse las so-
luciones, y el rescoldo quedó en cenizas. Ya sabía
de dónde vienen los impuestos. -Puso la cara del
niño que descubre de dónde vienen los hermanos-.
El tío ero. genial; le ha dado, sin darse cuenta,
la gran solución para todos sus problemas.
La hija quiso sorpresívamente hacerle abuelo,
y, como él no tenía cara de tal, resolvió quedarse
en p,.ch·e. Ser padre del hijo de un tal Cumba, cho-
lo por lo3 cuatro costados. ¡No! Por los tres; por-
que por el último es indio. ¡Indio! La sangre le
hirvi6 en los carrillos.
H u A S p u N ·G o
Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo"