Page 4 - LO QUE LE ATA A LA VIDA-ESUNA
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Al hombre se le puede arrebatar todo salvo una cosa: la última de las libertades
humanas -la elección de la actitud personal ante un conjunto de circunstancias- para decidir
su propio camino. Fundamentalmente, cualquier hombre puede, incluso bajo tales
circunstancias, decidir lo que será de él -mental y espiritualmente-, pues aún en un campo de
concentración puede conservar su dignidad humana. Es esta libertad espiritual, que no se nos
puede arrebatar, lo que hace que la vida tenga sentido y propósito.
Necesitamos un cambio radical en nuestra actitud hacia la vida. Tenemos que
aprender por nosotros mismos, enseñar que no importa que no esperemos nada de la vida,
todo lo contrario, la vida espera algo de nosotros. Vivir significa asumir la responsabilidad
de encontrar la respuesta correcta a los problemas que ello plantea y cumplir las tareas que
la vida asigna continuamente a cada individuo. “Vida” no significa algo vago, sino algo muy
real y concreto, que configura el destino de cada hombre, distinto y único en cada caso, dentro
de ella ninguna situación se repite y cada una exige una respuesta distinta; unas veces la
situación puede exigirle al hombre que emprenda algún tipo de acción; otras, puede resultar
más ventajoso aprovecharla para meditar y sacar las consecuencias pertinentes. Cuando un
hombre descubre que su destino es sufrir, ha de aceptar dicho sufrimiento, pues ésa es su sola
y única tarea. Ha de reconocer el hecho de que, incluso sufriendo, él es único y está solo en
el universo. Nadie puede redimirle de su sufrimiento ni sufrir en su lugar. Su única
oportunidad reside en la actitud que adopte al soportar su carga.
Los que deciden suicidarse basando su decisión en el argumento típico de que ya no
esperaban nada de la vida, se trataba por lo tanto de hacerles comprender que la vida todavía
esperaba algo de ellos. Frank, habla de los intentos de infundir en el prisionero (persona)
ánimo para superar su situación, había que mostrarle algo que le hiciera pensar en el porvenir,
recordarle que la vida todavía le estaba esperando, que un ser humano aguardaba a que él
regresara. Conociendo el “porqué” de la propia existencia, se podrá soportar casi cualquier
“cómo”. Ningún poder de la tierra podrá arrancarte lo que has vivido, la vida humana no cesa
nunca, bajo ninguna circunstancia, y de este infinito significado de la vida comprende
también el sufrimiento y la agonía, las privaciones y la muerte.
Entonces, ¿qué es, en realidad, el hombre? Es el ser que siempre decide lo que es. En
este punto entra a jugar la logoterapia: logos es una palabra griega que equivale a “sentido”,