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En la vivencia sensible del mundo y en la creación artística, así como en la construcción
de formas expresivas se aprende con actitud receptiva a disfrutar, a compartir, a
transformar simbólica y metafóricamente; a apreciar y a comprender la presencia de los
otros y su visión del mundo; a valorar las cosas y en general a cuidar la calidad de vida
en si misma de manera autentica, simplemente por darse el gusto de hacerlo.

Los procesos de creación artística se fundamentan en el conocimiento técnico y con el
bagaje simbólico de la tradición propia de los pueblos, sus culturas etc. Si bien el
pensamiento contemplativo propio del proceso creativo, artístico, se vislumbran con
emoción formas visuales, sonoras, plásticas, volumétricas, literarias y demás
posibilidades expresivas.

La educación artística constituye uno de los ejes de la personalidad integral del individuo,
que propicia el desarrollo de su sensibilidad y capacidad de percepción. Lo vuelve más
sensible hacia las necesidades de la sociedad y de esta manera apunta así hacia el
mejoramiento de la calidad de vida de sus semejantes. Las imágenes que creamos nos
permiten visualizar, transcurrir, comunicar y proyecta no solo lo que deseamos compartir
sobre el entorno que nos rodea, sino también algo de nosotros mismos.

El arte para el niño puede ser la válvula reguladora entre su intelecto y sus emociones.
Puede convertirse en el amigo al cual se retorna naturalmente cada vez que algo nos
molesta. Es importante que el niño consiga crear algo, porque tiene el derecho a ser libre
y feliz, no lleno de tensiones e inhibiciones. También los niños deben desarrollar sus
pensamientos y sentimientos respecto de sí mismos y de todo lo que les rodea. Los niños
deben desarrollarse equilibradamente, sabiendo utilizar de igual modo su capacidad de
pensar, de sentir y de percibir.

Deben ser capaces de ponerse en el lugar de los demás para descubrir sus necesidades,
para desenvolverse en sí mismos las condiciones de cooperación y solidaridad de buenos
ciudadanos. Niños y niñas deben gozar libre e independientemente con el descubrimiento
y la exploración del mundo circundante. Y por encima de todo deben poder sentir que son
individuos, seres humanos felices, sin abrigar temores, como que valen por sí mismos.

La Pintura

Es una imagen hecha con color, expuesta a las modificaciones que le confiere la luz o la
suma de colores y que hace visible a las variantes que le proponen imperativamente los
tonos que la acompañan.

El artista plasma sus sentimientos y convierte esa idea dando forma con el color, el
carboncillo, tempera, acuarela, óleos, etc., vive la experiencia de la necesidad de
expresar un sentir que lo domina, dándose cuenta que dicha forma va otorgándose así
misma la posibilidad de ser lo que es, con independencia para obtener el propósito del
artista. La presencia simultánea de todos los colores que organizan y estructuran la

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