Page 184 - linea bienestar y convivencia
P. 184
docentes y jóvenes, lo cual llega a pasar desapercibido y no se reconoce como actos
violentos (Ghiso & Ospina, 2010).
La presencia del fenómeno de la agresividad y la violencia va asociada al conocimiento y
percepción que tienen los estudiantes frente al fenómeno, quienes la vinculan de manera
consistente al maltrato físico y verbal directo, muy pocos la asocian a la agresión
psicológica, sexual, de abandono o menosprecio; sumado a ello, se evidencia cómo los
estudiantes se familiarizan con dichos conceptos gracias a los medios masivos de
comunicación y no a otros agentes socializadores, como la familia o la escuela desde los
cuales se puede agenciar una conceptualización de manera más responsable, activa y
significativa.
Son múltiples los estudios que han proliferado en torno a la violencia y la agresión escolar,
así como los diversos autores que asumen el interés de abordaje de dichas categorías; pese a
ello, no se ha logrado establecer una definición consensual de ambos conceptos, debido a
que estos pueden asumir diversas significaciones y niveles de abstracción dependiendo del
contexto de su uso.
El término violencia proviene del latín violentus, que significa el ser fuera de su modo,
estado o situación natural. Kaplan la define como "el intento de controlar o dominar a otra
persona" (citado por García, Rosa A. & Castillo, 2012, p. 412). Por su parte, la agresión se
define como cualquier conducta que intenta dañar o lastimar a alguna persona, a uno mismo
o a un objeto, de manera intencional.
La violencia se centra en relaciones de poder mediadas por el desequilibro o desigualdad,
donde unos buscan, por medio de métodos coercitivos, forzar la voluntad de los demás con
184