Page 10 - El maquinista de la General
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destrucción de la máquina locomotora. El puente fue construido especialmente
para que se desplomase al paso del más liviano vehículo, y la Texas utilizada en
el rodaje fue doblada por la tercera máquina, en mucho peor estado, después de
que los técnicos la juzgasen en peores condiciones que las otras dos.
Sus restos permanecieron en el río
durante casi veinte años, hasta que
fueron rescatados durante la
segunda guerra mundial para
reciclar sus componentes metálicos.
En cambio, los extremos del puente
desmoronado, con la madera
consumida por el tiempo, todavía
resisten sobre las orillas de Culp
Creek y constituyen el último
testimonio del paso de Keaton por
aquel lugar. El costo de esa toma fue
calculado en unos 42.000 dólares de entonces, aproximadamente un millón
ochocientos mil según valores actuales.
Parte V: Estreno de la película
En los primeros días de agosto de 1926 terminó oficialmente el rodaje. Sin
embargo, al repasar el material filmado resultó evidente la necesidad de rodar
algunos planos adicionales, y Keaton tuvo que regresar a Cottage Grove unos
pocos días durante el mes de septiembre para realizar nuevas tomas.
Ya en el mes de octubre comenzó el montaje en un pequeño cuarto de su propia
casa, acondicionado para tal fin. Keaton era su propio montador, y solía trabajar
sin ningún tipo de moviola, mirando el material al trasluz. El maquinista de la
General tuvo un pase previo en Los Ángeles, en diciembre de ese año, que sirvió
para hacer unos retoques, pero su estreno oficial fue en el Capitol Theatre de
Nueva York el 5 de febrero de 1927. Entre una y otra fecha Keaton suprimió una
escena con el actor Snitz Edwards, que había trabajado para él en películas
anteriores.
Al público le gustó, sobre todo por la sencilla emotividad de sus escenas. A
diferencia de Chaplin o Harold Lloyd, Buster Keaton es lo menos sentimental