Page 54 - PORTAFOLIO DE DESARROLLO DE COMPETENCIAS COMUNICATIVAS
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parte de las personas resultaban ser más agresivas que asertivas. Un punto sin
duda en el que todos deberíamos trabajar.
4. Una mente positiva
Ten un enfoque positivo sobre tu realidad y sobre ti mismo. Deja a un lado el
pesimismo o esos miedos que a menudo limitan por completo nuestra
comunicación, negociación o argumentaciones. Si nos centramos en las barreras
que nos separan, en la idea de que fallaremos, de que nuestras ideas no serán
atendidas o que no lograremos el éxito en determinadas actividades, nunca
avanzaremos.
Las habilidades comunicativas básicas requieren autoconfianza, una buena
autoestima y emociones positivas, no lo olvidemos.
5. Apertura y escucha
La capacidad de escuchar a los demás puede hacer maravillas con tus relaciones.
Ser capaces de atender con apertura, de abrirnos al otro a pesar de que nuestras
posturas no sean las mismas, siempre acaba facilitando las cosas y nos permite
llegar a pequeños logros y entendimientos.
«Para saber hablar es preciso saber escuchar»
6. Dale valor a tus palabras
Haz que tu comunicación sea interesante. Si te estás comunicando verbalmente
haz pausas, inflexiones en la voz para que tus diálogos sean más interesantes y
no aburras a tus interlocutores. Dale énfasis a tus palabras. Esta es una estrategia
que se va consiguiendo con el tiempo a medida que nos sentimos más seguros y
cómodos con nosotros mismos.
7. Usa un apoyo visual
Cuando te comuniques utiliza elementos visuales que sirvan para apoyar lo que
estás diciendo. Esto es muy útil cuando queremos hacer una presentación ante
una clase o auditorio. Utiliza imágenes, vídeos, gráficos y otros elementos visuales
que te puedan servir de ayuda. No obstante, recuerda, en ocasiones soportes
como el PowerPoint termina aburriendo, por tanto no te bases en exclusiva en
estos soportes y haz una combinación de ellos.
8. Envía un mensaje claro
Ser claro en los mensajes que emitas, mejorará tus habilidades comunicativas
Este consejo es similar al primero. Es bueno ser directos y claros en nuestros
mensajes. Evita vocabulario que pueda confundir, huye de las florituras, de los
rodeos sin sentidos, de esas argumentaciones que no dan a ningún lado. Adapta
siempre tu vocabulario a tus interlocutores; recuerda que a veces, la sencillez es la
que causa mayor impacto

