Page 4 - Parlante 3. Revista. Final
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Tiempo de cambios
Katya Reyes
Los cambios son difíciles y el futuro da miedo.
Vivimos en un contexto en el que sobresalir es tomar un camino lleno de sacrificios y
dedicación, sin mencionar la cantidad de obstáculos y barreras que se nos imponen a
medida que avanzamos. Encontrar el éxito requiere de un continuo esfuerzo. Se trata de
la constante superación de retos, y cómo nos enfrentamos a ellos.
Actualmente, nos encontramos a unas semanas de presentar un examen, que definirá en
parte nuestro futuro. La realidad es que este examen implica todavía más cosas. Algunos
están más cerca de su futuro que otros. Nos preparamos para vencer en esta constante
lucha por la supervivencia. Los estudios son importantes, pero no por ello hay que dejar
de vivir.
Hoy caí en la cuenta del poco tiempo que me queda en la escuela. Tal
vez no es que no lo hubiese hecho antes, sino que, no quería aceptarlo.
Creemos ser dueños del futuro, pero la verdad es que no sabemos nada
sobre él. Suponemos cómo es que será, pero no podemos aventurarnos
a concluir nada. Miles de recuerdos invaden mi mente, los recibo con
nostalgia y cariñosamente, como debe ser. Pero al momento de mezclar
estos recuerdos con una especulación del futuro, los ojos se me llenan de
lágrimas.
Aunque desconocemos el futuro hay una verdad que
nos acecha al pensar en él: El momento transcurre
en el instante fugaz, y se consume en el mismo.
Voy a extrañarlos a todos. Aprendi-
mos juntos. Contribuimos a la for-
mación del otro, tanto como el otro
contribuyo a la nuestra.
Tal vez se pueda pensar en la vida como un eterno viaje en metro. Creemos que
nos dirigimos hacia algún lugar en concreto, cuando en realidad lo único que
importa es el viaje mismo, porque en definitiva siempre estamos viajando. No
sabemos desde dónde y menos hacia dónde, pero nos movemos. O nos mueven.
La vida es ese movimiento que se desenvuelve en ciclos biológicos o con ciertas
lógicas. Llega un momento en el que tienes que irte, pero llevas tanto tiempo allí,
que ya no sabes quién o qué serás cuando te vayas. Entonces te das cuenta de
que cada experiencia, cada prueba, cada error, cada momento, te ha marcado. Y te
llevas ese lugar contigo, sin importar dónde vayas después.
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