Page 37 - PENTATEUCO
P. 37
PENTATEUCO
Levítico es un libro de gran significación desde muchos puntos de vista. En primer lugar, ofrece un fondo adecuado para todos los demás libros de la Biblia. Si deseamos comprender referencias a las ofrendas para los sacrificios, y las ceremonias de purificación, o instituciones tales como el año sabático o el año de jubileo, es este libro el que tenemos que consultar.
PROPÓSITO: Proporcionar un manual para los sacerdotes y levitas en el que se especifican sus deberes sacerdotales en la adoración, y una guía de vida santa para los hebreos.
AUTOR: Moisés, de acuerdo con la tradición.
FECHA: 1445–1410 a.C. probablemente alrededor del año 1440 a.C.
MARCO HISTÓRICO: Al pie del monte Sinaí. Dios está enseñando a los israelitas cómo vivir como pueblo santo. No cabe duda de que el origen de las leyes y las narrativas que presenta Levítico se remonta al tiempo de MOISÉS y de la conquista de CANAÁN. En el Sinaí, Moisés recibió directamente de Dios los Diez Mandamientos y otras partes de la Ley. También construyó y equipó el tabernáculo como lugar en que el pueblo pudiera adorar a Dios.
CARACTERÍSTICAS PARTICULARES: La santidad se menciona más veces que en cualquier otros libros de la Biblia. Se menciona 152 veces. La palabra “santo” aparece más de ochenta veces en Levítico. La sangre de toros y corderos que tan importantes son en Levítico no tiene poder para quitar el pecado. Cada uno de estos rituales son ―sombra de los bienes venideros (Hebreos 10:1).
Señalaban proféticamente el supremo sacrificio de Dios que habría de presentarse a nuestro favor: ―Cristo fue ofrecido una sola vez, para llevar los pecados de muchos (Hebreos 9:28).
EL TEMA CENTRAL DEL LIBRO: Santidad a Jehová.
PALABRAS CLAVE: Santidad, ofrenda y sacrificio.
Las ilustraciones fueron dadas primero a fin de preparar el camino para el discernimiento especial a necesitarse en revelación posterior. La nota que prevalece a través de todo el sistema es la Santidad de Dios, el hombre pecador debe encontrar un camino para acercarse y comunicarse con Dios.
36