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actuales, el anuncio de la familia sigue  el esfuerzo pastoral para consolidar
         siendo una alegría y una esperanza  los matrimonios y así  prevenir las
         para todos.                             rupturas” (AL 307).

            La exhortación, desde mi punto de       En ese camino del amor no se
         vista, tiene la intención de profundizar  excluyen la sexualidad y el erotismo,
         en la familia en sus aspectos  ya que Dios mismo creó la sexualidad,
         doctrinales, morales,  espirituales  que  es  un  regalo  maravilloso  y  la
         y pastorales. Francisco afirma que  dimensión erótica del amor es “don
         formar una familia significa ser parte  de Dios que embellece el encuentro
         del sueño de Dios, uniéndose a Él en  de los esposos” (AL 152).  Francisco
         la construcción de un mundo «donde  asombra  a  muchos  al  decir  que  la
         nadie se sienta solo» (AL 321).  Y  unión sexual es “camino de crecimiento
         dentro de esta profundización es  en la vida de la gracia para los esposos”
         posible destacar tres líneas.           (AL 74). Por lo tanto, la educación y
                                                 maduración de la sexualidad conyugal
            Partiendo de que la familia hay que   no es la negación o destrucción
         construirla día a día, la exhortación   del  deseo  sino  su  dilatación  y  su
         propondrá     una    primera     línea  perfeccionamiento.
         cuyo objetivo es la de estimular el
         crecimiento del amor de los esposos.       Otra línea que sobresale en el
         Francisco insiste a diestra y siniestra  documento es la que podemos llamar
         que esa  forma tan particular
         de  amor que  es el  matrimonio,
         está llamada a una constante
         maduración. “El amor matrimonial
         no se  cuida ante  todo hablando
         de la indisolubilidad como una
         obligación,  o repitiendo una
         doctrina, sino afianzándolo gracias
         a  un  crecimiento  constante  bajo
         el impulso de la gracia” (134). Nos
         recuerda que “el amor que no crece
         comienza a correr riesgos, y sólo
         podemos crecer respondiendo a la
         gracia divina con más actos de amor,
         con actos de cariño más frecuentes,
         más intensos, más generosos, más
         tiernos, más alegres” (AL 134). El
         Papa remarca que “más importante
         que una pastoral de los fracasos es



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