Page 24 - La Rebelión de los Bolsillos Rotos
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Ronald J. Acosta Pineda
felicidad (si es que se puede medir la felicidad). Esto de-
pende del contexto en el que se produzca esta situación. Mar-
tín Tetaz en su libro Psychonomics, expone al respecto un
estudio del Centro de Estudios Distributivos, Laborales y So-
ciales (CEDLAS) de la Universidad Nacional de la Plata, en
cuyos resultados de investigación encuentran que existe re-
lación en la disminución de la felicidad de las personas por
no tener dinero para cubrir las necesidades básicas. Este
mismo estudio también describe que el ingreso impacta en
la felicidad en la medida en que les permite a las familias
satisfacer sus necesidades básicas; luego, una vez superado
ese umbral, el ingreso pierde buena parte de su efecto.
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El economista bengalí Amartya Sen aboga por un enfo-
que de felicidad basado en las cosas buenas de la vida que
pueden contribuir al desarrollo humano, como pueden ser la
educación, la atención sanitaria, el agua potable, los dere-
chos civiles y la libertad de expresión, entre otros. Aquí con-
firmo que unas mejores condiciones de vida aportan efecti-
vamente al bienestar de una persona. No hay felicidad con el
estómago vacío, por más que se diga que la felicidad es un
tema de cambiar la manera de pensar, de sentir y de compor-
tarse. Esto no es un asunto de libros de autoayuda, es de
transformación social que implica luchar contra las circuns-
tancias que generan inequidad, injusticias, pobreza y corrup-
ción. Se puede confundir que salir adelante es un tema ex-
clusivo de la resiliencia individual y menos de una lucha co-
lectiva por los cambios sociales y económicos.
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