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PROBLEMA SUPERADO- UNA MUJER
Carlos Molina cuando asumió el cargo edi-
licio en 2003, no contaba con antecedentes
políticos. El único de su familia que alguna vez
se desplazó por el salón municipal fue su padre,
Joaquín Molina quien fue concejal en 1954.
Al asumir el cargo nunca se imaginó, que iba
a ocupar por derecho propio un lugar impor-
tante en la historia de la ciudad. Su admin-
istración resolvió el problema del agua, una
preocupación que los armenienses cargaron a
cuestas por más de un siglo.
Armenia y el agua guardan un extenso his-
torial. A lo largo del tiempo fueron como dijo
alguien, “tan disociables como la sal suspen-
dida en el ambiente, que se siente en cada bocan-
ada de aire que se respira en el mar”.
El primer Alcalde que se interesó en abas-
tecer de este líquido al pueblo fue Felipe Vega
en 1882; Luego del terremoto de 1917, se creó
“la Junta del Agua” para surtir el líquido a
la población. Alfredo Morán Castro, en sus
administraciones edilicias inauguró nuevas
cañerías el 20 de septiembre de 1927 y en 1933
construyó un tanque de captación cerca de la
Estación del ferrocarril, (Ver La Estación de
Armenia, de mi autoría, pág. 51).
Pero con todo y esos esfuerzos los obstáculos
persistieron en los años siguientes; hasta llegar
a la década de los noventa, cuando el mismo
edificio de la Alcaldía pasó tres años sin este
servicio.
Molina, al valorar sus más de 12 años al
frente de la Comuna, sin desestimar otras de
sus obras, dijo: “creo que si se evalúa o cuan-
tificamos en lo económico, por su inversión
de 5 millones y valoramos la parte humana,
salud y beneficio de tener agua potable para
una familia, creo que de mis proyectos es el de
mayor impacto”, realzó.
En el 2003 que asumí el cargo, dijo, “sabía
que teníamos 10 años con este problema. Con-
ocía de muchos municipios que por no absorber
la responsabilidad de manejar el servicio de
agua, no quisieron meterse en problemas. Pero,
si uno se mete a esto, tiene que enfrentarlos”,
enfatizó.
Pero la solución de este servicio va más allá.
En la administración de Molina se compraron
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ARMENIENSE LLENA SU CÁNTARO EN UN
CHORRO PÚBLICO, MIENTRAS UNA PIPA
SE ABASTECÍA DEL LÍQUIDO EN LA MISMA
FUENTE PAR IR A VENDERLA
dos fincas, San Eugenio y la Concordia que
suman unas doscientas manzanas.
“Una vez reforestadas aumentará el caudal
del rio que cruza las propiedades y con esa res-
erva estratégica, Armenia no tendrá problemas
en el futuro. Con la mitad que captemos y pota-
bilicemos tendremos para dar agua a todo el
municipio”, aseguró.
La clave de esa visión de futuro se corre-
sponde, con su perfil de un hombre relacionado
con las faenas agrícolas, especialmente por
su profesión de Ingeniero Agrónomo. Según
el mismo refiere, se crió entre el campo y la
ciudad.
De niño conocí el cantón Las Crucitas y
desde ese tiempo observé las dificultades que
tenían con el agua potable. La gente madru-
gaba a unos pozos y allí esperaban que de ese
“pósito” saliera un poco de agua pero cuando
llegaban ya había otro esperando. Al traer esas
imágenes a mi mente, “Me dije, aquí hay mucho
que hacer”.
Con Molina se cerrará una parte de los
esfuerzos de los Alcaldes que a lo largo de 100
años, se movieron por el salón municipal, desde
la fundación de la ciudad.