Page 8 - SIN FRONTERAS_Neat
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Notas del editor
Juan David Miranda
Sin duda alguna, la noche del 10 de diciembre de 2012 quedó
indeleble en mi memoria, no solo porque el terrible frío
marcaba 8.5°C bajo cero, pues los techos de las casas y las
calles de Bocklemünd Mengenich (al norte de Köln, Alemania)
estaban cubiertas de nieve, sino por lo que estaba ocurriendo en
aquel apartamento en un piso 16 del edificio en que estábamos
con algo de calefacción.
Después de aproximadamente una hora de enseñanza, invité a
dar gracias a Dios para terminar el mensaje y sin pensarlo
mucho, Alfani, uno de los rumanos asistentes en aquella
reunión, vino hacía mí y comenzó a decir algunas cosas que yo
no entendía (solo hablaba en rumano), entonces estuve
impaciente por la traducción de Androni (traductor rumano),
Androni me mira y traduce: “Pastor, por favor no termine la
enseñanza, todos vinimos aquí para escucharle (16 rumanos),
por favor siga”; y eso no fue todo, luego vendría lo que
Devocional con rumanos en Mengenich Köln - Alemania
marcaría mi noche como favorita, Alfani preguntó “¿pastor,
cuándo irán a Rumanía, a mi país? ¡Mi pueblo está muy
necesitado!” Todo aquello lo dijo con lágrimas bordeando sus
ojos.
Inmediatamente recordé el maravilloso pasaje del varón
macedonio diciendo, ¡pasa y ayúdanos! Han pasado 7 años y
seguimos orando que Dios nos permita pasar las fronteras de
Rumanía y muchos países más con su bendita palabra.
Cada uno de los artículos y las entrevistas publicadas
aquí me traen esa escena a memoria, pues tras las palabras de
respetados y valiosos ministros y también de damas virtuosas,
que nos han dado estos maravillosos aportes hay una historia
similar.
Hoy tenemos el gran privilegio y la maravillosa bendición de
poner en sus manos esta revista que por mucho tiempo soñamos
y que finalmente hoy publicamos, deseamos que disfrute cada
renglón y sobre todo que sea inspirado en amar, orar, ofrendar,
compartir y difundir las misiones.
En cada página de esta publicación confirmamos que no existen
fronteras en la propagación del evangelio del Señor.
Me siento bendecido y honrado por Dios por hacer parte de este
excelente equipo de trabajo, gracias a nuestro director y a los
asesores del departamento por permitirme tan importante
privilegio.