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un papel significativo en el transporte marítimo y
aéreo a corta distancia.
En tanto, las innovaciones en baterías (alentadas en
un primer momento por la difusión de los vehículos
eléctricos) reducirán el costo de descarbonizar
la producción de energía. BNEF estima que las
baterías costarán no más de 62 dólares por kWh en
2030, lo que permitirá a las empresas proveedoras
de electricidad desplegar sistemas de baterías
completos, por menos de 150 dólares por kWh, que
permitirán un almacenamiento nocturno eficiente
de la energía en redes que serán cada vez más
dependientes de fuentes solares y eólicas. A su
vez, eso reducirá la intensidad de carbono al nivel
necesario para que el uso de vehículos eléctricos
tenga un efecto benéfico para el planeta.
Pero además de electrificación, baterías y celdas de
hidrógeno, para reducir las emisiones también son
esenciales otras tecnologías. En sectores industriales
más difíciles de descarbonizar, como el del acero, el
cemento y la industria química, también habrá que
usar bioenergía y captura de carbono. En aviación,
las baterías seguirán siendo demasiado pesadas
para los vuelos intercontinentales, a menos que se
consigan mejoras espectaculares y por el momento
improbables en su densidad de energía (aumentarla
al séxtuplo o más). Sin embargo, podría ocurrir que
la producción de combustible aeronáutico sintético a
partir de electricidad limpia se vuelva rentable; y es
posible que los biocombustibles también tengan un
papel significativo.
Pero en China y la India, donde la intensidad de Pero aunque se necesitará una combinación de
carbono promedio de la generación de electricidad tecnologías, todos los caminos viables hacia el
está cerca de la frontera de los 800 gramos, una logro de los objetivos del acuerdo climático de
adopción muy rápida de los vehículos eléctricos París pasan por la electrificación a gran escala. El
podría aumentar el nivel de emisión en un primer reciente “Sky Scenario” de Shell estima que a fines
momento. Sin embargo, lo que importa es la de este siglo, la electricidad cubrirá más del 60%
intensidad de carbono de la electricidad que se use de la demanda final de energía (hoy la cifra es
durante toda la vida del vehículo. De modo que alrededor del 20%). A menos que electrifiquemos
la estrategia óptima es alentar la electrificación la economía lo más posible y descarbonicemos la
de los autos y al mismo tiempo descarbonizar producción de electricidad tan rápido como sea
rápidamente la generación de energía, algo que posible, no podremos evitar un cambio climático
ahora es posible gracias al enorme abaratamiento extremadamente dañino.
de las fuentes renovables. Informes recientes de
la Energy Transitions Commission muestran que la Ahora bien, vehículos eléctricos los hay de diferentes
India podría reducir la intensidad de carbono de su tipos y tamaños, y cuanto más grande el auto que
producción de electricidad a 550 gramos por kWh uno compre y más pise el pedal para alardear de
de aquí a 2030, y al mismo tiempo duplicar lo mucho que acelera, mayor el peligro de que
el consumo de electricidad, sin costo alguno para el efecto inmediato de la electrificación sea un
los consumidores. aumento de las emisiones. Por desgracia, en la
oferta actual de vehículos eléctricos predominan los
Además, la electrificación del transporte tiene autos grandes y los utilitarios, en vez de modelos
un potencial de reducción de emisiones de CO2 pequeños y medianos que son los que a la larga
mucho mayor que lo que indica la cifra del 8%. Los generarán la mayor reducción de emisiones.
camiones y los autobuses generan otro 8% de las
emisiones, y el futuro de estos vehículos también Esto se debe a los intereses comerciales de las
es eléctrico. Pero el ritmo de su electrificación automotrices, la dificultad de obtener una autonomía
dependerá en parte de la demanda de autos adecuada con baterías más pequeñas y la falta de
eléctricos. Inversiones masivas en innovación y una infraestructura de recarga suficientemente
escala de fabricación en el área de las baterías extendida. Pero esa infraestructura se puede –y se
(impulsadas por las previsiones de venta de autos debe– construir; y con el tiempo habrá una oferta
eléctricos) están generando abaratamientos y más amplia de tamaños de autos.
aumentos de la densidad de energía que hacen cada
vez más competitiva la electrificación de autobuses Así que si le preocupa el clima, su próximo auto
y camiones (estos últimos, en distancias cortas). debería ser eléctrico, y mejor si es uno o dos
tamaños más chico que el primero en que pensó. Y
Para conseguir suficiente autonomía en el transporte para ayudar realmente a salvar el planeta, además
en camión a larga distancia, puede ser clave el uso de la decisión personal de comprarse un auto
de celdas de hidrógeno; pero como el motor será eléctrico, debería apoyar políticas que impulsen
eléctrico, esto también permitirá enormes mejoras una descarbonización veloz de la generación de
de la calidad del aire urbano y reducción de las electricidad e inversiones para la creación de una
emisiones de CO2 (siempre que se use en el proceso infraestructura de recarga extendida. Comprar un
electricidad procedente de fuentes con menos auto eléctrico no basta para salvar el planeta, pero
emisión de carbono). Las baterías y las tecnologías es una poderosa herramienta para impulsar los
eléctricas basadas en el hidrógeno también tendrán cambios que sí lo salvarán.
Abril 2019 TURISMOCUATRO MAGAZINE CHILE 31