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El Capirote








            La Semana Santa cartagenera es especial, no           Tradición, religiosidad, sacrificio, fe… ¡Menudo
       es ni mejor ni peor, es distinta. Se caracteriza por tres   debate! En esa etapa, es cuando el capirote fuerte se
       connotaciones:  la  flor  de  sus  tronos,  por  las   recoge en la iglesia de Santa María y dice, “un año
       magníficas  marchas  fúnebres  que  interpretan  las   más”.
       diferentes las bandas de música, que preceden a los
       tronos, deleitando al espectador y, animando con sus       Pero cuando el capirote ha superado las dos
       sones al penitente o capirote en el largo peregrinar de   etapas  anteriores,  se  convierte  en  el  capirote
       la noche de Pasión; y el orden, un valor intrínseco de   veterano. Es un periodo distinto, domina las técnicas
       nuestras procesiones.                                 del  desfile  y  se  dedica  a  reflexionar  durante  la
                                                             procesión. ¿Está mi vida completa? ¿El trabajo? ¿La
            El orden, no sería posible si no existieran los   familia? ¿Mi mujer o mi marido? ¿Mis hijos? ¿Cómo
       “capirotes”.  Es  decir  hombres  y  mujeres,  que  les   está la sociedad en general? Termina hablando con
       podemos llamar hermanos alumbrantes, penitentes o     Jesucristo  y  concluye  con  una  oración;  es  un
       lo que queramos. Son ellos, los que al son monocorde   momento íntimo del capirote veterano.
       del  tambor,  realizan  todo  el  recorrido  oficial  de  la
       procesión marcando el paso, con hachotes en mano,          Recuerda  a  sus  seres  queridos,  incluso  se
       quietos,  derechos  como  una  vela,  arrancando  y   acordará cuando su madre le planchaba la capa, ¡con
       parando el tercio todos a la vez.                     que  cariño  lo  hacía!  Cuando  se  había  colocado  el
                                                             vestuario de la procesión, después, “ELLA” le daba un
                                                             beso y le decía: “Buena procesión hijo mío”.
      El orden no sería posible si no
                                                                  El capirote veterano, vive internamente desde
      existieran los “capirotes”, esos                       el  anonimato  una  procesión  especial  con  grandes
                                                             momentos de emoción contenida.
      procesionistas que saben lo que
      es andar de forma pausada y                                 El cortejo pasionario se le hace largo y cuando
                                                             pisa la rampa de Santa María, dice: “Gracias Señor”.
      con chulería
                                                                  Queridos  amigos  y  amigas,  por  estos  y  mil
                                                             motivos  más,  para  mí  los  capirotes  son
            Esto sólo ocurre en Cartagena, pues sólo los     importantísimos  e  imprescindibles  en  las
       auténticos procesionistas o semanasanteros saben,     Procesiones  de  Cartagena.  Sin  ellos,  la  Semana
       que desfilar en los cortejos pasionarios, es andar de   Mayor de esta tierra nuestra, no sería la misma.
       forma  pausada  y  con  chulería.  Por  ende,  los
       “capirotes” son imprescindibles en la Semana Santa         Y concluyo, nuestras inigualables procesiones
       de Cartagena. Sin ellos, no se entendería la Semana   son  sin  duda  alguna  instrumentos  vehiculares  de
       Santa de esta bendita tierra con sabor y olor a mar.  llegar a Dios.

            El  capirote  según  la  edad  tiene  diferentes      De todo corazón, ¡Feliz Semana Santa!
       etapas. Durante la juventud, el capirote sólo piensa
       en  la  parte  técnica  del  desfile,  como  alineación,                            Jesús Muñoz Robles
       distancia con el hermano que lleva delante, formar un
       ángulo recto con el brazo que porta el hachote, coger
       bien la capa con la mano contraria del hachote, saber
       hacer el fuelle en las curvas, ir muy pendiente del
       estandarte para las arracadas y paradas del tercio y,
       un sinfín de más prácticas técnicas. Con todo ello, al
       capirote joven se le hace corta la procesión.

            Cuando el capirote lleva bastantes procesiones
       sobre  sus  hombros,  se  convierte  en  esa  etapa  de
       capirote  fuerte.  Es  el  momento  que  a  la  mitad  del
       recorrido  le  duelen  los  riñones,  se  le  duermen  las
       manos, se le clava el capuz en la frente y si lleva
       gafas,  seguro  se  le  empañaran  los  cristales.
       Entonces se pregunta: ¿Y qué hago yo aquí?

                                                                                            Al tercer día... Resucitó | 45
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