Page 36 - Cuentos para Triunfar
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A otro con ese cuento, Don Luis. Si no hay empleo en este país ...
El perro de caza
Cuenta la historia, que un cazador crió desde cachorro a un pequeño perro,
con el propósito de que le sirviera para asistirlo en la cacería, trayendo la
presa.
Ya con unos meses de adiestramiento, decide ponerlo a prueba llevándolo
a la laguna para cazar unos patos.
Como tenía sus dudas del perro, decidió ir solo, para que en caso de
fracasar, no pasara vergüenza ante sus amigos y colegas de hobby.
Así fue como se calzó su traje impermeable y se metió en la laguna unos
cinco metros adentro, y esperó pacientemente entre los juncos, a la bandada de
patos, mientras su pequeño perro lo observaba desde la costa.
A los pocos minutos, se hoyó una bandada. Fueron dos disparos y dos
patos cayeron al agua a unos treinta metros.
- Traiga el pato – fue la orden que le dio a su perro.
Para su asombro, el perro salió corriendo a buscar su presa. Efectivamente,
salió "corriendo"; es decir, "corría" sobre el agua sin hundirse.
El cazador se frotaba los ojos con sus dos manos. No podía creer lo que
estaba viendo.
El perro regresa con el primer pato en su boca y se lo entrega a su amo. Lo
incita a regresar por el segundo pato, y vio como se repetía la escena: "el perro
caminaba sobre el agua".
Pensó que antes de tomar una decisión de lo que haría con su perro, se lo
mostraría a un amigo suyo y le pediría consejo.
Sin decir detalle alguno, invitó a su mejor amigo a un día de cacería y
partieron rumbo a la laguna, los dos cazadores y el perro. Estaba muy
entusiasmado de pensar la cara que pondría su amigo al ver que el perro
caminaba sobre el agua.
Su amigo era un experto en perros de caza, y muy celoso de creerse el
mejor criador de la región.
Agazapados entre los juncos, la primer bandada se hizo presente. Se
escucharon dos disparos, y dos patos cayeron al agua distantes unos cincuenta
metros.
- Traiga el pato – dijo el amo
El perro salió nuevamente corriendo sobre el agua en busca de su presa.
El dueño miraba de reojo a su amigo esperando que se sorprendiera de tal
acontecimiento. Pero el sorprendido fue él; pues su amigo ni se inmutó.