Page 38 - Cuentos para Triunfar
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Pero, ¡Y la crisis?!.
Tenías razón, hijo...
Un hombre mayor, tenía un próspero negocio de venta de hamburguesas
en una estación ubicada en un cruce de rutas.
Su negocio ganaba fama en toda la región porque la gente era bien
atendida por un personal altamente capacitado y numeroso, lo que hacía que
los pedidos salieran sin demora. Además las hamburguesas eran de buen
tamaño y económicas y sobre todo muy sabrosas.
Tan próspero era, que aquel hombre no podía sólo con toda la dirección
del negocio, por lo que decidió pedirle a su hijo que vivía en la capital de la
provincia, que le ayudará a diseñar un esquema de trabajo para desempeñar
mejor todas las tareas. Pues su hijo era experto en comercio.
El hijo se hizo presente un día y comenzó un detallado análisis de la
situación.
Al poco tiempo sentenció:
- Pero padre, acaso no sabes de la crisis que estamos viviendo?. Por
empezar, para hacer este negocio más rentable debes despedir a parte
del personal; pues tienes demasiados mozos atendiendo, siendo que con
dos será más que suficiente. Además debes utilizar menos carne en las
hamburguesas; así ahorrarás también en insumos. No tengas tantas
luces prendidas durante el día; con la mitad será suficiente para
iluminar el local. Además creo que deberías suprimir...
Así fue como el hombre haciendo caso de los consejos de su hijo,
emprendió las reformas propuestas por este. Y así fue como la gente dejó de
venir. De a poco fueron abandonando la costumbre de detenerse en aquel
parador a disfrutar de las antes exquisitas hamburguesas. Y así fue cómo
después de un tiempo despidió a uno de los mozos y se quedó con uno solo. Y
así fue como cambió el pan para abaratar costos. Y así fue como ...
Al poco tiempo, el hijo recibe un telegrama de su padre:
- Negoció no prosperó. Tuve que cerrarlo. Tenías razón. "Estamos en
crisis".
Existen dos tipos de crisis: la crisis económica, y la crisis mental.
En la crisis económica existe la prosperidad. En la crisis mental, no.
La crisis económica es producto de los cambios. La crisis mental es
producto de no saber pilotear los cambios. Ergo, la culpa no es de la
crisis sino del piloto.