Page 43 - Cuentos para Triunfar
P. 43
De carne somos...
Historia de un héroe
Hace relativamente pocos años, cuenta la leyenda, Dios tomó una decisión
muy importante: "crear a un ser superior". Una persona dotada de los
elementos necesarios para llevar adelante el designio más importante de toda
la historia de la humanidad. Dios decidió crear " El Ser Excelente ". Una
persona capaz de cambiar el rumbo de la historia del mundo teniendo
solamente como herramientas "la sinceridad, la integridad, la honestidad y
la verdad".
Este héroe debía ser, al menos en apariencia, una persona común; pues su
propósito sería demostrarle a la humanidad, que tan enviciada estaba de
"mediocridad", que bajo cualquier circunstancia y en cualquier época, es
posible lograr el plan que Dios tiene para los hombres: "La realización de los
sueños".
Y la única forma de lograrlo sería a través de una persona que no
despertara la más mínima sospecha de que en realidad era un enviado. De otra
manera, los mediocres dirían: "Así cualquiera lo puede hacer; siendo un
elegido, es fácil".
Optó por la forma natural. Eligió a una mujer de entre las mujeres, sólo
que esta vez no lo anunció como lo hiciera en aquella oportunidad.
Y comenzó su obra magister, poniendo un especial cuidado en cada
detalle. Llamó a un grupo de ángeles que colaborarían en esta creación; pues
ellos: Gabriel, Miguel y Rafael, entre otros, tenían sobrada experiencia.
Miguel, como guerrero, le sugirió al Creador que dotara al ser de una
estructura excepcional, con un corazón valiente y con sentidos muy agudos,
aptos para la batalla. Y Dios le puso un corazón del tamaño y la forma de un
puño cerrado, en actitud de enfrentar cualquier circunstancia. Le dio vida
propia y calculó que necesitaría latir unas tres mil quinientas millones de
veces; tiempo suficiente para lograr el cometido; fuerza suficiente para llevar
vida por un recorrido de cien mil kilómetros de arterias, venas y capilares
sanguíneos.
Armó también una estructura ósea capaz de soportar altas presiones;
toneladas por centímetro cuadrado. Uno por uno diseñó los doscientos huesos
con sus doscientas cincuenta articulaciones que le darían el arte del
movimiento necesario para la batalla.
La gestación estaba en marcha. Un ser único entre doscientos millones de
posibilidades. Un solo esperma; el elegido de entre doscientos millones.
"PERO NO FUE ESO LO MÁS IMPORTANTE"