Page 11 - El gran capitán
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- Impresionante, mamá. Papá se transforma. El otro día sacamos la cama de abajo y dábamos saltos de una cama a otra intentando rematar en el aire.
- ¡Fue guay! Papá siempre gritaba: ¡Golzado de Benji!
- De guay nada. Eso no es un ejemplo. No se puede saltar encima de las camas porque se rompen. Cuando venga tu padre se lo voy a decir.
- Mamá, una pregunta, dijo Natalia. ¿Y a nuestro amigo se le puede llamar ordenador?
- ¿Ordenador? ¿Qué tiene que ver ordenador con Pasión Contagiosa?
- Sí, mucho. Mi profe de dice que para recordar las palabras tenemos que usar trucos y un truco que nos ha enseñado es recordar la primera letra de las palabras. La primera letra de Pasión Contagiosa es PC y un PC es un ordenador.
Je, je, je. Todos se rieron un montón.
- Cariño, ¡tú sí que vales! Déjame que te dé un beso muy grande.
- A mí me da igual que nuestro héroe se llame Pasión Contagiosa u Ordenador. El caso es que creo que he entendido el mensaje. Tengo que poner mucha ilusión en lo que hago y que mis compañeros se emocionen y me vean como un ejemplo.
- Eso es, Pablo. Mira, para que quede más claro y lo entiendas mejor, vamos a hacer una cosa. Cerrad los ojos y acuérdate del siguiente partido que jugaste.
- Espera, mamá, que tengo que tapar los ojos a Flami.
Fue el año pasado. Ya habías marcado algún gol pero yo todavía no te había visto. Era sábado por la mañana. Íbamos a ir con el abuelo al partido. En el desayuno te pedí que si marcabas un gol me lo tenías que dedicar. Tú, con una mezcla de ilusión y timidez, me lo prometiste. En el partido jugaste superbién y te esforzaste un montón hasta que marcaste un golazo. Rápidamente viniste a la banda y nos señalaste con el dedo. Yo estaba muy orgullosa de ti. Todos tus compañeros te felicitaron y abrazaron.
- Sí, mamá. Cierro los ojos y lo recuerdo perfectamente, como si fuera ahora. Los compañeros me miraban con mucha alegría. Sentía que todos pensaban que había jugado muy bien. Y tú me guiñaste el ojo cuando te lo dediqué.
- Pues eso es lo que tienes que hacer. Poner siempre la misma ilusión, las mismas ganas. Si disfrutad haciendo las cosas serás feliz y un ejemplo para todos.
- Gracias, mamá.
- Y ahora, ¡Tiempo, tiempo! Se acabó el descanso. Todos a hacer los deberes.
- Yo hoy no tengo nada, añadió Natalia.
- Es verdad, que me lo habías dicho antes. Pues quédate en tu cuarto jugando con Flami. Tú, Pablo, a tu habitación a hacer deberes.
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