Page 29 - Nuestras Guerras
P. 29
PABLO. Y lo que tengo yo. Sí lo sabemos. Y que lo quiero como quiero a esta España y a mis hijos. Y sé que llegará un día...
TIMOTEO. No para mí, hijo mío, no para mí. Será para vosotros. Yo pronto me marcharé como anuncia el Gregorio, como todos los camaradas que de aquí se han marchado, de esta mesa, uno a uno, mientras Franco entra bajo palio a cantar sus tedeums.
Oscuro.
Cuadro 8
2008, AEROPUERTO DE LA CIUDAD DE MÉXICO
Suben luz y esas músicas impersonales que suenan en los súper mercados y en los aeropuertos. Pablo y Manolo llegan a una mesa y se sientan. Pablo lleva consigo su equipaje de mano. Se acerca alguna mesera a tomar la orden.
PABLO. Para mí, basta con un café. Ya darán algo en el vuelo. MANOLO. ¿Un café americano?
PABLO. Es igual. Sí. Que sea eso, americano.
MANOLO. A mí igual, por favor.
La mesera se retira y durante la conversación servirá los cafés.
PABLO. Ha sido un buen viaje. La he pasado muy bien. Todo gracias a ti. Y tú, ¿qué? ¿Cuándo cruzas el charco?