Page 33 - Nuestras Guerras
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MANOLO. Sí, lo sé.
PABLO. Y yo lo sé también. Y tú y yo somos conscientes, al menos, de nuestra guerra o, bien, de nuestras guerras. Hablamos con ellos de eso aunque fuese de otro modo. Pues, nada, que debemos buscar esas maneras para heredar la memoria a nuestros hijos. ¿No lo crees? ¿Tú, que pintas? Pues eso pienso yo.
MANOLO. Sí. Debo olvidar un momento el abstraccionismo y afilar la punta de mis lápices para retratar al menos un jirón de la España y del México del Siglo XX. Y volver a Solana, por ejemplo.
PABLO. Qué se va hacer, Manolo. En este preciso momento, al ver el reloj, lo único que entiendo claramente es que se ha hecho tarde, y debo darme prisa para no perder el avión. Fíjate tú, sin avión y sin memoria. Venga a pagar y a darnos un abrazo.
Oscuro.
Cuadro 9
1968, BARCELONA, PASEO DE SAN JUAN
Exactamente igual que al inicio de la obra, se escuchan las mezclas musicales de la obertura y sube la luz sobre Gregorio y Timoteo que caminan mientras charlan, inaudiblemente, en el Paseo de San Juan. Sólo cambia que, en esta escena, el oscuro se hace sobre ellos sin terminar la música que continúa hasta que sube la luz de la escena próxima.
 


























































































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