Page 58 - Proyectos de Español 3 - Secundaria

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Cada clase de preguntas tiene sus ventajas y desventajas. Algunas son las siguientes.
Las preguntas cerradas son fáciles de codificar y preparar para su análisis y requieren de un menor esfuerzo por parte de las personas que las responden. La principal desventaja es que al limitar las respuestas a veces no se sabe lo que en verdad piensan las personas.
Las preguntas abiertas son útiles cuando no se tiene ninguna información (o esta es insuficiente) sobre el asunto y por tanto no es posible proponer las posi- bles respuestas y tampoco delimitan de antemano las alternativas de respuesta. Su principal desventaja es que son más difíciles de codificar, clasificar y preparar su análisis y requieren que las personas sepan escribir y dispongan de mayor tiempo para contestarlas.
La elección depende de qué tanto se puedan anticipar las respuestas, los tiempos que se tengan para elaborar, codificar, clasificar y preparar su análisis y de la profundidad de la investigación.
Una solución para superar la desventaja de las cerradas es dejar como última, la opción “otras”, donde se escribe cualquier respuesta que se desee, así de hecho se combinan cerradas y abiertas, pero con un control máximo.
Ya sean abiertas o ya sean cerradas, las preguntas deben tener estas caracte- rísticas:
A. Las preguntas deben ser claras y comprensibles.
B. Las preguntas no deben incomodar a quien las contesta.
C. Las preguntas deben referirse preferentemente a un solo aspecto o relación
lógica.
D. Las preguntas no deben inducir las respuestas.
E. Las preguntas no pueden apoyarse en instituciones, ideas respaldadas social-
mente ni con evidencia comprobada.
F. En las preguntas con varias alternativas o categorías y donde sólo se debe ele-
gir una, puede ocurrir que el orden en que se presenten dichas alternativas afecte las respuestas de las personas porque tienden a favorecer a la primera o a la última de las alternativas. Entonces, al preguntar hay que rotar el orden de manera proporcional.
G. El lenguaje utilizado en las preguntas debe ser adaptado a las características de las personas que las responderán (los respondientes). Hay que tomar en cuenta la edad, el nivel educativo, el nivel socioeconómico, el vocabulario que
maneja, etcétera.
El número de preguntas debe ser el adecuado al asunto que estemos investigando, se recomienda que no sea muy extenso pues las personas se cansan y pierden interés en responderlo, además de que se necesita más tiempo para aplicarlo y analizarlo. En nuestro caso, sugerimos que se calcule que la aplicación no tarde más de 10 minutos, lo que equivale a un cuestionario de un máximo de 20 preguntas, pues hay que considerar el tiempo de respuesta y de la anotación de la misma.
(Información y ejemplos tomados de Hernández Sampieri, R. et al., Metodología de la investigación, México, McGraw-Hill, 1998, pp. 277-285.
GLOSARIO
Respondiente: persona que responde el cuestionario de una encuesta.
El lenguaje de las preguntas debe estar adecuado a los respondientes.
Además de las preguntas los cuestionarios contienen una presentación (¿para qué se aplica la encuesta?), las instrucciones (¿cómo deben responderse las pregun- tas?), los datos del participante y un agradecimiento.
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