Page 146 - Secundaria - Comprometid@s con la Historia de México - 3er Grado
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comerciar. A cualquier persona adinerada le era muy fácil incorpo- rarse al poder político, así que muchos acaudalados fueron gober- nadores, legisladores o autoridades políticas de diversas jerarquías. Esto fortaleció aún más la red de poder de Díaz.
El grupo de los llamados Científicos estuvo compuesto al prin- cipio por hombres muy cercanos a Díaz que lo asesoraban políti-
camente.
Los Científicos serían los principales promotores de las reelec-
ciones de Díaz durante las siguientes décadas mediante el Círculo c
Nacional Porfirista, especie de partido político que promovía a Díaz N
y llevaba a cabo farsas electorales en las que él siempre resultaba ga- y
nador. Así como “don Porfirio” (así le decían en honor a su impor- n
el Congreso ni las autoridades de los gobiernos estatales y locales. e
Debido a las continuas reelecciones, todos envejecieron al parejo du- D
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ancia) no abandonó el poder, así tampoco lo hicieron su gabinete, a
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ante aquellos largos 30 años. Este sistema contradecía totalmente a
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Esta caricatura se denomina “La ballena que se tragó a Jonás”. En grupo, con
la guía de su profesor, pueden divertirse en equipos para analizarla y escribir una conclusión sobre la función de la caricatura en la prensa.
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los principios liberales y las propias palabras de Díaz cuando con el Plan de la Noria y el de Tuxtepec (que ya estudiaste) se levantó en armas contra ¡“la reelección indefinida”!
Como te imaginarás, tanto en México como en el extranjero se pensaba en la muerte del presidente Díaz. La pregunta que se hacía era quién a su muerte ocuparía la presidencia. A partir de 1904, se
creó nuevamente la vicepresidencia, cargo que ambicionaron los miembros de su gabinete y rivalizaron para ocuparlo; el cargo quedó en manos de un miembro del grupo científico: Ramón Corral. Cuatro años después, cuando Díaz tenía 78 años de edad, concedió una entrevista al periodista estadounidense James Creelman. En ella reconoció que había gobernado prácticamente como un dictador pero se justificó diciendo que este tipo de gobierno había sido necesario porque México no estaba preparado para la democracia. Y agregó que en el siguiente periodo electoral (el de 1910) vería con gusto que volviera a haber partidos políticos y candidatos a la presidencia, ¡y que él ya no se reelegiría!
Tras la entrevista Díaz-Creelman, prácticamente todos se sintieron optimistas, pues al final el viejo Díaz iba a abrir una puerta a la democracia. Sus colaboradores se sintieron con derechos y esperanzados. El propio José Ives Limantour, quien como sabes era el flamante secretario de Hacienda, empezó a preparar una campaña para lanzarse como candidato a la presidencia. El general Bernardo Reyes, secretario de Guerra, también se apuntó. Y este interés común desató conflictos entre los dos secretarios. Fíjate que el propio Díaz propició los enfrentamientos, pero sucedió algo inesperado: el presidente pensó que el país seguía necesitando de él, por lo cual planeó reelegirse por séptima vez. En el siguiente bloque verás qué consecuencias tan importantes para nuestro país tuvo esta determinación de Díaz.
Huelgas y represión
Además de rebeliones rurales y pronunciamientos ya tratados, también hubo huelgas. Las primeras, originadas por el maltrato a los trabajadores, estallaron entre 1877 y 1888; entre ellas se contaron: la de la Fábrica de Hilados de San Fernando de Tlalpan, por despidos injustificados; la de los Ferrocarrileros de Toluca, por el maltrato de los capataces estadounidenses; la de los mineros del Cerro del Mercado, a fin de conseguir mejores jornales; las de varios talleres de cigarreras en contra de las rebajas de sueldos, pues los dueños ya les habían prometido una cantidad mayor a la que les estaban pagando.
En los primeros años del siglo XX, ya anciano y enfrentado a otras fuerzas e ideas políticas lideradas por los her- manos Flores Magón que amenazaban con derrocarlo, Porfirio Díaz trató con mano dura a opositores e inconformes. Así sucedió con la huelga de Cananea, Sonora, en 1906. Los obreros mexicanos se quejaban de ganar menos que los trabajadores estadounidenses y de que éstos fueran los jefes. Fueron 10 000 los obreros que se declararon en huelga contra la empresa esta- dounidense Cananea Consolidated Copper Company para demandar, principalmente, aumentos salariales e igualdad de trato. Por órdenes de Díaz, la policía apoyó a los due- ños de las minas y masacró a los huelguistas, episodio que indignó a todos y que nunca se ha olvidado. A la represión contribuyeron efectivos estadounidenses conocidos como rangers, llamados por el capataz y el dueño de la fábrica. Murieron más de 20 obreros,
hubo varios heridos y muchos encarcelados.
Igual masacre cometió el ejército con los trabajadores de Río Blanco, en Veracruz.
Éstos habían formado en 1906 el Círculo de Obreros Libres y publicaban un periódico radical que criticaba fuertemente (y por ello molestaba) al régimen porfirista. Los em-
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+ Recursos
Increíble, con un clic hoy se puede consultar la obra periodística, literaria y la correspon- dencia de Ricardo Flores Magón:
http://www.archivoma- gon.net/